Miles de segovianos celebran la festividad de San Frutos, patrón de la capital

Actualizado: sábado, 25 octubre 2008 21:08

SEGOVIA, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -

Miles de segovianos celebraron en la noche de ayer y durante la jornada de hoy, la festividad del patrón de la capital, San Frutos, con diversas actividades, aunque muchos aprovecharon también el 'puente' (al celebrarse en sábado, la fiesta se ha trasladado al lunes, a efectos laborales) para pasar unos días fuera.

Los actos comenzaron anoche, cuando centenares de personas se dieron cita en la Plaza Mayor para presenciar el 'milagroso paso de la hoja'. Según reza la tradición, la escultura de San Frutos ubicada en una de las puertas de la Catedral pasa cada 25 de octubre, a las doce en punto de la noche, una hoja de su libro de piedra; cuando el santo eremita pase la última hoja, llegará el fin del mundo.

Tras el acto, la Asociación de Cocineros distribuyó unas 2.300 raciones de sopas de ajo, que se cobraron al precio simbólico de un euro, acompañadas por la música tradicional de dulzaina y tamboril. La recaudación será entregada a la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui y la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer. La participación en los actos nocturnos fue elevada, a pesar del frío, ya que previamente al 'paso de la hoja' se desarrolló un concierto del Nuevo Mester de Juglaría, que reunió a numeroso público en la Plaza Mayor.

En la mañana de hoy cerca de 200 personas, entre voces e instrumentistas, se dieron cita para interpretar el 'villancico de San Frutos' ante un centenares de ciudadanos, un acto que se desarrolló en el trascoro de la Catedral, donde se guarda una reliquia del santo.

Tras la misa en honor del Santo, Yolanda Fernández, periodista segoviana, dio lectura al romance de San Frutos, mientras el alcalde de la ciudad, Pedro Arahuetes (PSOE), entregaba el nombramiento de 'amigo de San Frutos' al abogado Ricardo de Cáceres.

A lo largo de la jornada, la ermita de San Frutos, en las Hoces del Río Duratón, acogió la tradicional romería en honor del Santo, a la que asistieron alrededor de 3.000 personas. Según la leyenda, San Frutos se retiró a un pequeño cenobio, donde hoy se alza la ermita, tras crear milagrosamente con su cayado las hoces, evitando así un ataque de las tropas musulmanas a la zona.