Nava del Rey (Valladolid) celebra desde hoy la 'Bajada y Subida' de la Virgen de los Pegotes

Actualizado: martes, 30 noviembre 2010 9:14

NAVA DEL REY (VALLADOLID), 30 Nov. (EUROPA PRESS) -

La localidad vallisoletana de Nava del Rey celebrará entre hoy, 30 de noviembre, y el 8 de diciembre la 'Bajada y Subida de Nuestra Señora de la Concepción: Virgen de los Pegotes', una tradición que se remonta al año 1745.

Esta es la fiesta de mayor interés turístico de la localidad y, de hecho, está declarada de Interés Turístico Regional, informaron a Europa Press fuentes municipales.

La fiesta se inicia hoy, cuando se desarrolla la 'Bajada' de la Virgen de los Pegotes. A partir de las 18.00 horas, en los Corrales de la Antigua Cámara Agraria, se inician los preparativos de mulas, muleros y coche de la Virgen, que llegan alrededor de las 19.00 horas al Ayuntamiento, donde se recoge a las autoridades (representantes de la iglesia, Ayuntamiento y familia que donó el coche) y se reparten puros entre los muleros. En el mismo Consistorio se reparten pegotes.

Alrededor de las 19.30 horas tiene prevista la llegada la procesión a la calle Manuel Salvador Carmona, por donde entra al casco urbano y, posteriormente, en torno a las 20.00 horas, se accede al convento de las Madres Capuchinas, que sustituirá al habitual destino de la Parroquia Santos Juanes, que se encuentra cerrada temporalmente.

El día 8 de diciembre se procede a la 'Subida' de la Virgen, tras el novenario, al igual que en el año 1745. Ésta se inicia a las 18.00 horas, al igual que en la 'Bajada', con los preparativos, el reparto de antorchas a las 18.30 horas y la llegada del coche de la Virgen al convento de las Madres Capuchinas a las 19.00.

Allí mismo, sobre las 19.00 horas, se recoge a las autoridades, la Virgen sale de la Parroquia, entra en el coche y comienza la procesión.

A las 20.00 horas, en Manuel Salvador Carmona, Cementerio Viejo, se canta 'La Salve' y a las 20.15 horas en Lavajo de las Cruces, camino del Cementerio, se realiza una parada de la comitiva y el rezo por los difuntos. Alrededor de las 20.30 horas, está prevista la llegada a la ermita, donde finalizará la procesión, tras lo que se procede a la alocución del predicador y el canto del 'Himno a la Virgen'.

HISTORIA

Las primeras referencias a Nuestra Señora de la Concepción se remontan a mediados del siglo XVI, cuando se construye la homónima ermita en el altozano conocido como Pico Zarcero y donde poco después se asentará el convento de San Agustín.

Posteriormente, tras abandonar la ermita los agustinos, el templo retomó el culto público a la Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora de la Cuesta o del Pico Zarcero y aumenta su devoción durante el siglo XVII con numerosas procesiones y rogativas a fin de encomendar las cosechas a la voluntad mariana.

Esta devoción culmina en el año 1745 cuando el Ayuntamiento la asume como Patrona y acuerda celebrar perpetuamente un novenario en su honor del 30 de noviembre al 8 de diciembre, con el descenso de la imagen hasta la parroquia el día 6 de diciembre en solemne procesión.

Momentos antes de esta primera celebración se declaró una tormenta que obligó a retrasar la procesión e iluminar artificialmente el trayecto con hogueras y pegotes, que son unas antorchas realizadas a base de pez y de donde surge el apelativo de Virgen de los Pegotes. El resultado fue tan vistoso que el fuego perdurará en las calles de Nava del Rey.

Inicialmente, la Virgen descendía en andas o en carruajes cedidos por los vecinos, hasta que en 1893 se fabricó ex profeso el actual coche de caballos -costeado por la familia Pino Rodríguez- que es tirado por mulas, animal habitual en los quehaceres agrícolas de Nava del Rey.

El ganado es sabiamente conducido por un grupo de muleros que retan a la gélida noche con ponche y vino añejo ofrecido por algunos vecinos. Además, es habitual que fumen puros -obsequio del Ayuntamiento desde el siglo XIX- y que luzcan un pañuelo en la cabeza para protegerse de las flamantes morceñas. Dentro del coche, igual que en centurias pasadas, la Patrona es escoltada por el párroco, el alcalde y un descendiente del donante.

La Bajada se celebra en la noche del 30 de noviembre cuando la Virgen abandona la ermita del Pico Zarcero, alcanzando el dosel del altar mayor de los Santos Juanes alentada por incesantes vítores, popularmente conocidos como vivas.

DOS SIGLOS ATRÁS.

Como en el siglo XVIII, en las calles de la localidad no falta ni el calor de las hogueras, ni la luz de los pegotes. Originalmente, La Bajada se celebraba el 6 de diciembre, hasta que en 1962 el Ayuntamiento lo permutó por el 30 de noviembre para que la imagen estuviese en la parroquia durante toda la novena.

La Subida tiene lugar el día 8 de diciembre al finalizar el novenario, cuando la Hermandad Hijas de María engalana a la Virgen con mantos y joyas para comenzar la procesión de regreso hacia la ermita. Durante el recorrido, la comitiva efectúa diferentes pausas para que los fieles dediquen sus mejores piropos a la Patrona.

En la calle Manuel Salvador Carmona el fuego se acompasa al ritmo de la campana conventual de las Terciarias Franciscanas; mientras, los vecinos se agrupan en hogueras para contrarrestar el frío. A la salida del casco urbano la comitiva se detendrá nuevamente para que el párroco dirija una breve alocución antes de cantar la Salve.

A partir de aquí, el discurrir procesional se dirige al Pico Zarcero por la pedregosa cañada de Valdego, cuando el fervor se dispara con la llegada a la ermita, donde el eco de los vivas es más sonoro. Después, la imagen es colocada en el altar mayor para que los fieles entonen su himno, compuesto en 1956.

Antiguamente, existía la costumbre de aprovechar las brasas de las hogueras para asar castañas, de donde nace la advocación de Virgen de las Castañas. Rememorando esta práctica, tanto La Bajada como La Subida finalizan en el patio barroco del Ayuntamiento con una degustación de productos típicos y castañas asadas.