El obispo de Ávila rechaza los efectos de una "globalización económica mal entendida"

Actualizado: viernes, 10 febrero 2006 20:09

ÁVILA, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

El obispo de Ávila, Jesús García Burillo, rechazó hoy en una carta pastoral la "globalización económica mal entendida" y "egoístamente desarrollada". García Burillo, que elaboró este documento con motivo de la celebración el próximo domingo de la Jornada Mundial contra el Hambre, animó a las personas a "cambiar el mundo" a través de acciones como la campaña de Manos Unidas.

En este sentido, se refirió a la imagen de esta campaña que lleva el lema "¡Otro mundo es posible, depende de ti!", y cuyo cartel "retrata la situación de la humanidad". El cartel, que representa unas fichas de dominó en pie, a modo de "código de barras", mientras que otras van cayendo, junto a varias personas, recordó a García Burillo el símil de "la economía mundial afectando a las personas".

Por este motivo, García Burillo abogó en su carta por "cuidar la vida, entender la dignidad de todo ser humano" sin procurar "únicamente el desarrollo humano mediante un mecanismo de producción y consumo; procura ayudarle a ser persona, no sólo a tener más".

En su opinión, el "horizonte universal", común para todos, debe ser un "futuro de paz, bienestar y prosperidad", aunque "el modo cómo la globalización se está llevando a cabo no garantiza en modo alguno este futuro común".

García Burillo recordó las palabras que Benedicto XVI dirigió a los jóvenes "recientemente", y los que les animaba a "afrontar" desafíos como la "solidaridad entre las generaciones", pero también "entre los países y entro los continentes, para una distribución cada vez más equitativa de las riquezas del planeta".

De cara a la Jornada Mundial contra el Hambre, el obispo de Ávila insistió en que "más de 840 millones de personas mueren anualmente por falta de alimentos y agua potable", algo "terrible" y que "nos afecta a todos, gobiernos e individuos particulares".

García Burillo consideró que la clave del "cambio global" de la sociedad comienza "en el cambio interior de cada uno". Asimismo, aseguró que cada persona "puede y debe empezar a cambiar las cosas, empezando por sí mismo".

El modelo a seguir, según las palabras del obispo de Ávila, es "Jesucristo", por lo que aludió a las palabras de la Biblia que dicen que "Él, siendo rico se hizo pobre por vosotros, a fin de que os enriquezcáis con su pobreza".