ÁVILA, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de la Archidiócesis de Madrid, Antonio María Rouco Varela, se mostró hoy en contra de la Ley del Aborto e indicó que espera que sea declarada "inconstitucional en algunos aspectos", aunque manifestó que los gobernantes que no lo apliquen tendrán que dimitir porque "no están por encima de la ley".
"Un gobernante tiene que aplicar la ley y si no lo hace tendrá que renunciar a su cargo", dijo en referencia a las reticencias iniciales de algunos presidentes autonómicos respecto a la aplicación de la norma.
"El marco general es ése, pero después hay que aplicarlo a situaciones concretas porque un gobernante tiene la obligación de cumplir la ley, no está por encima de la ley", expresó, aunque apostilló que "otra cosa es qué hace con su conciencia ante una ley que es injusta". Ello, a su juicio, "es un problema que habría que ver en cada caso".
En todo caso, confió en que el Tribunal Constitucional (TC) declare inconstitucional "algunos aspectos" de la Ley porque en su opinión "tiene que ver con la interpretación a la luz de la Constitución", en la que según destacó "se garantiza el derecho a la vida de todos".
Rouco Varela se refirió asimismo a la "forma" en la que el Constitucional "trató la constitucionalidad de la primera ley" --en el año 1984--, cuando "declaró que el embrión, el concebido, desde el primer momento de su existencia, es un bien constitucionalmente protegido" al que "se le suma otro bien mayor", como recordó.
"Con esa doctrina del Tribunal Constitucional y como jurista y no desde el punto de vista de la Teología o de la visión teológica del problema, sino desde el análisis técnico de la cuestión, es muy difícil poder admitir que sea libre el aborto en las 14 primeras semanas del embarazo", manifestó.
Rouco Varela hizo estas declaraciones antes de pronunciar la conferencia 'Anunciar a Dios en la sociedad española contemporánea', enmarcada en el curso 'Dios en la sociedad postsecular' que organiza la Facultad de Teología San Dámaso, la Universidad San Pablo CEU y la Universidad Católica de Ávila.
El arzobispo de Madrid se refirió, por otra parte, a la Jornada Mundial de la Juventud, que según indicó está recibiendo cifras "espectaculares" de participación y confió en que Madrid y España puedan responder a lo que calificó de "acontecimiento espiritual" para la Iglesia, pero también de "reto" para la seguridad.
