VALLADOLID, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Valladolid, Braulio Rodríguez Plaza, se dirigió hoy a los cientos de niños y jóvenes que participaron en la procesión del Domingo de Ramos animándoles a que tengan la misma presencia en las liturgias del Jueves y el Viernes santos, "con la misma fe y dedicación" que mostraron hoy.
Cientos de personas acompañaron esta mañana en Valladolid el paso de 'La Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén', más conocido como 'La Borriquilla', en la procesión del Domingo de Ramos, en la que participaban las secciones infantiles de las cofradías vallisoletanas.
Vallisoletanos y turistas se concentraron en las calles por las que transcurrió la procesión, portando las típicas palmas y ramas de olivo y animados por la primaveral mañana, en lo climatológico, que se vivió en la ciudad.
Los niños fueron los verdaderos protagonistas, unos desde los lados y las aceras, mostrando su impaciencia ante la llegada del paso de 'La Borriquilla', otros ataviados con los ropajes de su cofradía, guardando el orden en las filas en las que procesionaban, bajo la atenta mirada de sus compañeros cofrades adultos que se esmeraban en que los pequeños guardaran la formación.
Mientras tanto, las bandas de cornetas y tambores hacían que la llegada de algunas hermandades fuera más espectacular. Desde las filas de espectadores todos, incluso los más pequeños, parecían marcar el paso al son del solemne ritmo que marca la celebración de la Semana Santa vallisoletana.
Con cuentagotas fueron llegando las distintas secciones infantiles a los alrededores de la Iglesia de la Vera Cruz, que hacia las 13.00 horas mostraban ya un lleno en el que apenas se podían ver más huecos que los habilitados para los cofrades que aún quedaban por llegar.
Y el momento más esperado de la jornada para todos los pequeños participantes llegó a las 13.35 horas, cuando el paso de 'La Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén' transitó por la calle de Platerías entre el agitar de los cientos de palmas que allí le aguardaban.
El prelado de Valladolid destacó este gesto, comparándolo con el de aquella entrada en borriquilla de Jesús en Jerusalén hace más de dos mil años. "Seguro que aquí hay mucha más gente que en las calles de aquella ciudad", señaló Braulio Rodríguez, que dio el toque de atención a los pequeños fieles pidiéndoles que no "abandonen a Jesús en el Jueves y el Viernes Santo", porque, recordó, "también están invitados a rezar cuando muera Jesús y a celebrar con gozo su resurrección".
Hasta tres veces elevaron al cielo sus palmas los fieles ante la balconada de la Iglesia de la Vera Cruz, desde donde el arzobispo se dirigió a los fieles. "No hagáis como los que no tienen fe y sentid la Pasión de Cristo", animó Rodríguez Plaza, que se despidió con la tradicional bendición y el deseo de "paz y alegría".
