VALLADOLID, 28 Ago. (EUROPA PRESS) - Desde que Félix Cuadrado Lomas pintó 'La siesta en Calzada de los Molinos' hasta que terminó 'Palomar frente a la planicie' han pasado casi sesenta años, de 1957 a la última primavera, un tiempo en que el artista ha ido evolucionando sin perder nunca su personalidad ni su amor por los paisajes, palomares--a veces medio derruidos--bodegones, huesos, mulas, cabras, toros--presentes en la plaza a través de banderillero o capote de gala--, viñas y desnudos.