LEÓN, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -
La escultura de la virgen del Oratorio ha regresado a la Catedral de León tras los trabajos de restauración realizados, que han permitido que la talla regrese al templo "tal y como fue concebida"; con la "riqueza" policromática con la que salió del taller del artesano en el año 1536.
Así lo manifestó el delegado territorial de la Junta en León, Eduardo Fernández, quien aseguró que la labor realizada representa el "esfuerzo continuado" de la administración autonómica por la mejora de la Catedral, "enseña" del patrimonio de la provincia, que en su opinión, requería una atención que "superara la visión" que ha tenido hasta el momento actual para realizar la restauración de una pieza concreta.
Esta talla de la Virgen María con el niño en brazos ha sido restaurada para recuperar su policromía original, labores que ha desarrollado el Centro de Restauración de Bienes Culturales de la Consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León.
Según indicó la directora de los trabajos de restauración, Cristina Escudero, las labores llevadas a cabo en la escultura se han realizado mediante técnicas multidisciplinares con los métodos técnicos "más avanzadas" y han servido además para conocer más datos sobre su historia mediante un estudio histórico artístico como la fecha de los primeros defectos registrados en la talla.
Los análisis realizados han permitido determinar las características de la policromía original, propia del siglo XVI, elaborada mediante relaciones cromáticas a través de la aplicación de diversas técnicas como corlas, estofados, marmoleados o carnaciones a pulimento. La intervención ha permitido la consolidación material y estructural de la pieza, así como la realización de los volúmenes perdidos del trono. Además, se unieron fragmentos; se limpiaron estratos de suciedad y barnices oxidados y se eliminaron repolicromados parciales para el restablecimiento de las relaciones cromáticas y ornamentales originales, entre otras actuaciones.
LA OBRA
La obra, realizada en barro cocido y policromado, se ha atribuido a diversos autores como Juan de Juni, Miguel Perin o Torrigiano.
Gómez Rascón fue el primero en apuntar al canónigo Juan Gómez como promotor de la escultura, donada a la Catedral de León en el año 1536, según recoge el testamento del mencionado canónigo.
La pieza, impregnada del lenguaje artístico renacentista, combina el idealismo de las imágenes precedentes con una pretensión naturalista.
El estudio histórico-artístico realizado a partir de la restauración de la escultura establece las diferencias respecto a la obra de Torrigiano, autor al que ha sido atribuida la obra y que trabajó en terracota en la ciudad hispalense en el primer tercio del siglo XVI.
Torrigiano tuvo una importante repercusión en el ambiente artístico sevillano, especialmente en su obra 'Virgen con Niño', custodiada en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, aunque la composición escultórica es diferente, con una mayor dureza de líneas que la alejan del ejemplar leonés.
También en el ámbito sevillano se encuentra la figura de Miguel de Perín, conocido como "maestro de hazer y magenes de barro" con una importante producción de vírgenes en terracota de características formales y estilística cercanas a la Virgen del Oratorio, por lo que esta resulta la atribución "más factible", según informó la Junta de Castilla y León.
