LLEIDA, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -

El sindicato agrario JARC calificó hoy de "calvario" la tramitación de préstamos bonificados por la Conselleria de Agricultura para invertir en regadío, comercialización de productos o redes antigranizo que no llegan al campo por falta de avales.

El presidente de la organización en Lleida, Josep Maria Jové, dijo hoy que "las resoluciones de la ayuda se emitieron a partir del 21 de noviembre y daban sólo 10 días naturales (con un fin de semana en medio) para presentar un aval que nunca se mencionó en la convocatoria de la ayuda".

El sindicato sostiene que inicialmente, y según se detalla a las resoluciones, los avales se podían pedir Saeca, la entidad de financiación agraria estatal, o bien a Avalis, una empresa avaladora que pertenece a la Generalitat de Catalunya.

Lo que se encontraron los solicitantes de la ayuda fue, según JARC; que en dirigirse a Saeca, los representantes de la entidad argumentaban que no conocían la orden y que con tan poco tiempo no podían tramitar el aval. Avalis, por su parte señalaba, también según JARC, que sus estatutos no permiten dar avales a las empresas agrarias ni a los autónomos y que por lo tanto no podían tramitarlos.

Esta situación abocó, argumenta la organización agraria, "a los agricultores y ganaderos a la banca privada que nunca ha hecho un aval bancario por un plazo de 10 años sino que como máximo es para dos".

"Los productores que finalmente han subscrito el préstamo lo han hecho en unas condiciones realmente duras que eran perfectamente alcanzables en mercado bancario sin hacer tantos pasos ni tanta burocracia, que no hace más que dejar el importe de la ayuda a los bancos y no a los productores", explicó el sindicato en un comunicado.

La organización asegura que la situación se agrava por el hecho de que "mientras los productores han suscrito los avales en la fecha 1 de diciembre de 2008, el ICF no hará efectiva la ayuda hasta dentro de tres meses.