El AMB relega el modelo de piso social tradicional y apuesta por la innovación y la inclusividad

La promoción de viviendas protegidas H2 en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), premiada en la categoría de arquitectura en los premios FAD 2020.
La promoción de viviendas protegidas H2 en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), premiada en la categoría de arquitectura en los premios FAD 2020. - EUROPA PRESS
Publicado: sábado, 5 diciembre 2020 10:37

   Afirma que la Covid-19 avala su modelo, con viviendas más amplias, luminosas y espacios abiertos

BARCELONA, 5 EUROPA PRESS)

   El Área Metropolitana de Barcelona (AMB), a través del Institut Metropolit de Promoció de Sl i Gestió Patrimonial (IMPSOL), ha defendido que la pandemia del Covid-19 avala la estrategia de innovación, inclusividad y sostenibilidad que ha marcado la construcción de vivienda con protección social en los últimos años, y que ha dejado atrás las viviendas tradicionales.

   El coordinador técnico del IMPSOL, Josep Maria Borrell, ha explicado que el objetivo del AMB no es sólo construir vivienda asequible y de calidad en la metrópolis, sino también hacerlo en base a la sostenibilidad, a la innovación en los procesos de construcción y a las nuevas maneras de vivir, con espacios más abiertos, luminosos, diáfanos y con salidas al exterior.

   En este sentido, ha recordado que la hoja de ruta del AMB sobre vivienda, aprobada en abril de 2017, proyecta 1.100 pisos con protección en el área metropolitana --583 de venta y 517 de alquiler--, todos ellos proyectados por el IMPSOL con anterioridad a la crisis del Covid-19 bajo estos nuevos parámetros de construcción.

VENTAJAS FUNCIONALES

   Según Borrell, el confinamiento por la pandemia ha evidenciado la funcionalidad de este tipo de viviendas, que destacan, en la mayoría de casos, por su mirada inclusiva y con perspectiva de género, por la reducción de la demanda energética, la producción de energía sostenible para los servicios comunitarios y la incorporación de materiales reciclados, sanos y saludables.

   Se trata de espacios pensados tanto para el modelo tradicional de familia como "para las nuevas maneras de habitar"; se eliminan pasillos y se aumenta la superficie de las estancias para flexibilizar sus usos; se prioriza la relación de las viviendas con el exterior y con la propia comunidad de vecinos, así como una ventilación adecuada de los edificios.

   "Las viviendas que hacíamos en la década pasada estaban muy marcadas por el modelo de familia tradicional, y aquí lo que se plantea son estancias versátiles y polifuncionales", y Borrell ha incidido en la voluntad de innovación tecnológica del IMPSOL, lo cual pasa por nuevas vías de construcción, como la prefabricación, que sistematiza y agiliza el proceso.

EDIFICIO PISA EN CORNELL

   Entre las promociones del IMPSOL destaca el edificio PISA (en proceso de construcción): está en Cornell de Llobregat (Barcelona) y tendrá 85 viviendas, un equipamiento de más de 1.000 metros cuadrados en la planta baja, un local comercial de 557 metros cuadrados, 58 aparcamientos y 13 trasteros, así como una superficie total de 10.175 metros cuadrados.

   Los autores del proyecto, los arquitectos Marta Peris y José Toral, de Peris+Toral Arquitectes, han explicado que un rasgo característico de esta promoción es la apuesta por colocar la cocina en el centro de la casa como un espacio distribuidor, en lugar de una cocina cerrada que invisibiliza el trabajo doméstico: "La cocina y la mesa del comedor son el centro de la casa".

   Josep Maria Borrell ha resaltado el uso de la madera en la estructura del edificio, reduciendo las emisiones de CO2 y apostando por materiales más sanos y saludables: "Lo que hacemos debe tener calidad arquitectónica y dar respuesta a la sociedad. No sólo pensamos en el beneficio del usuario, sino en la ciudad entera y en lo que ésta necesita", ha explicado.

H2 EN SANT BOI DE LLOBREGAT

   En cuanto a los proyectos terminados, sobresale la promoción de viviendas protegidas H2 en Sant Boi de Llobregat (Barcelona), que ha sido premiada en la categoría de arquitectura de los premios FAD 2020, y que proviene de un concurso público de arquitectura del año 2009 que ganaron Mariona Benedito, Martí Sanz y el estudio Herreros, y ha sido construida por Acsa Sorigué.

   En este edificio se ha hecho hincapié en la sostenibilidad, con un sistema de construcción que evita la entrada y salida de calor y frío; grandes aperturas en las estancias principales para maximizar la entrada luz en los pisos; protecciones solares; ventilación cruzada; placas fotovoltaicas, y aparatos de alta eficiencia energética (aerotérmia) para proveer agua caliente sanitaria y calefacción.

   Con todo ello, esta promoción ha obtenido una calificación energética A y se aproxima al estándar de edificios de consumo casi nulo (NZEB), en un proyecto que ofrece 79 viviendas, 2 locales en la planta baja, 118 aparcamientos y 10 trasteros, así como espacios destinados para bicicletas, y una superficie total de 10.000 metros cuadrados.

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El contenido de esta noticia está elaborado en colaboración con el Ayuntamiento de Barcelona

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