BARCELONA, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -
Mariona Carulla y Enric Enrech se enfrentan este miércoles en las elecciones para la presidencia del Orfeó Català-Palau de la Música, las primeras de su historia, que tendrán lugar casi un año y medio después del desfalco de 35 millones de euros que perpetró el antiguo gestor de la institución, Fèlix Millet.
Podrán votar 1.660 de los 1.770 asociados que tiene la entidad, siempre y cuando tengan más de dos años de antigüedad y estén al día en el pago de las cuotas. Para las elecciones se ha convocado una Asamblea del Orfeó Català que empezará a las 19 horas en el Palau. Cada candidato hablará diez minutos, y luego se procederá a la votación, escrutinio y toma de posesión del ganador.
La propuesta estrella de Carulla, que ha estado al frente del Orfeó durante 15 meses desde la marcha de Millet, de la que fue vicepresidenta, es crear una estructura jurídica única para que las tres instituciones tengan un mismo presupuesto y una sola plantilla, algo que facilitaría la transparencia. Enrech se ha mostrado escéptico y ha asegurado que así "también se puede robar".
Carulla también ha prometido que el polémico hotel del Palau sea la sede de la biblioteca y archivo del Palau, la aprobación de un código ético y la creación de la figura del 'síndic' del socio, cargo que ostentaría Josep Lluís Vilaseca Guasch.
Sobre la candidatura de Enrech, Carulla asegura que está instalada en el "romanticismo", y que pretende volver a los primeros años del Orfeó: "En las otras instituciones no cree", ha dicho.
En su programa electoral, Enrech --presidente del Colegio de Agentes Comerciales de Barcelona-- asegura que se ha informado a los socios "pocas veces, de manera insuficiente y sin aclarar la situación financiera de la asociación o los proyectos de futuro".
Además, afirma que su candidatura "erradicará" la situación de "ignorancia" e "indiferencia" que la actual junta directiva ha tenido hacia el socio.
El candidato se ha presentado como ejemplo de "salud democrática", y ha apostado por que cada una de las instituciones --Orfeó, Consorci y Fundació-- cumpla sus funciones, y el socio recupere así todo el protagonismo, dándole ventajas como un carné con determinados privilegios, como descuentos en los conciertos. La intención principal es "volver a los orígenes".
Ambos candidatos se manifestaron su voluntad de hacer una campaña tranquila, pero Enrech acusó a la mesa electoral de "juego sucio" por no facilitar datos personales de los socios y anunció que impugnaría las elecciones. Días más tarde, la Mesa Electoral anunció que todo el proceso electoral seguía adelante y que la "impugnación" de Enrech fueron unos recursos de reposición contra resoluciones tomadas por la Mesa.
POLÉMICA CON EL DESFALCO
Las divergencias aparecieron cuando el juez del caso Palau pidió a todas las partes que se pronunciaran sobre el proceso. El día 15 el Consorci presentó un escrito al juez pidiendo que se separe la instrucción de los presuntos pagos irregulares que recibió CDC a través del Palau relacionados con la adjudicación de obras a cargo de Ferrovial.
Sin embargo, Fundación y Orfeó Català se desmarcaron del Consorci y sólo mencionaron el desfalco de Millet, un hecho que provocó varias críticas de un sector del Palau.
En un primer momento, tanto Carulla como Enrech mostraron su apoyo al presidente en funciones de la Fundació y el Orfeó, Josep Maria Busquets. Sin embargo, poco después Carulla reconoció que una decisión tan "importante", debería haberse hecho "a través de la nueva junta elegida democráticamente" tras las elecciones.
Los patronos de la Fundació, por su parte, se reunieron este lunes y acordaron "no ratificar" el escrito presentado por el Orfeó y la Fundació ante el juez. Justificaron esta postura por la "situación de interinidad" de los órganos de gobierno.
