18-J.- Pujol defiende "el 'sí' desde el sentimiento" en su ya tradicional subida al Tagamanent (Barcelona)

Actualizado: domingo, 11 junio 2006 16:08

TARADELL (BARCELONA), 11 Jun. (EUROPA PRESS) -

El ex presidente de la Generalitat y presidente fundador de CiU Jordi Pujol apeló hoy al "sentimiento" nacionalista y el amor a Catalunya para pedir el 'sí' al nuevo Estatut desde lo alto del Tagamanent, después de su ya tradicional subida a pie hasta la montaña en la que, cuando tenía nueve años, se sintió empujado por primera vez a trabajar por la "reconstrucción de Catalunya".

Después de que ayer mismo llamara al "voto racional" del 'sí', Pujol regresó hoy al terrerno de "los sentimientos" para asegurar que la estima a Catalunya y "el corazón" dicen también que es necesario "votar 'sí'".

Dos días después de su 76 cumpleaños, Pujol se demostró en plena forma al culminar en poco más de dos horas el ascenso desde Aiguafreda, el municipio situado a poco más de 300 metros de altura del Tagamanent, que hasta el pico se alza a 1.056 metros en la cordillera prelitoral catalana, en la provincia de Barcelona.

Acompañado de una cincuentena de miembros y diputados del partido, entre ellos el ponente del Estatut Francesc Homs, Pujol partió hacia las 8.40 horas y con una sola parada para comer coca y beber algo, logró hacer la cumbre sin agotar del todo sus energías, que aún le sobraron para arengar al centenar de personas que se habían reunido en la ermita del Tagamanent para escucharle --muchas de las cuales optaron por ahorrarse la caminata y cubrieron la mayor parte del recorrido en sus vehículos--.

Allí, defendió que el voto afirmativo al nuevo Estatut es necesario "no sólo por motivos racionales, de cálculo" o "estrictamente políticos", sino también "de sentimientos, ilusión y estima a la tierra". En alusión a la postura de ERC, Pujol advirtió que "no todos los atajos son buenos" y que "los grandes acelerones que hacen mucho ruido, que parece que se comen el mundo, lo que hacen es dañar el motor".

La ascensión al Tagamanent de Jordi Pujol es de por sí un acto cargado de simbolismo, ya que parte de una anécdota de su infancia que empieza a coger tintes de leyenda al constituirse como el momento en el que el ex president decidió dedicar su vida a "reconstruir, o construir", Catalunya.

En 1940, a la edad de nueve años, Pujol subió al Tagamanent con su tío, que había salido hacía poco de la cárcel, y un amigo de éste, esperando encontrar en la cima dos masias, la iglesia y una era. Pero cuando alcanzaron la cima lo que encontraron fue sólo destrucción, tres edificios estaban derruidos y abandonados.

Al que años después sería el presidente de la Generalitat de Catalunya le impresionó entonces la imagen de los dos hombres que le acompañaban "sobrecogidos", "la impresión de derrota y de desánimo y de destrucción" que les provocó aquel paraje derruido. "Es una escena que durante muchos años me ha acompañado" y que "se me repetía muchas veces, sobre todo cuando estaba apunto de hacer algo que me parecía que podría llegar a ser, pequeña o grande, una contribución a la reconstrucción del país", explicó ya Pujol en 1979.

Tras ganar las elecciones en 1980 quiso subir de nuevo a la cima en un acto cargado de simbolismo, que ha repetido otras veces en estos años, la última el 19 septiembre de 2004, y que hoy quiso retomar para dar también solemnidad a la aprobación en referéndum de la reforma del Estatut d'Autonomia de Catalunya.