El acusado de matar con un martillo a una prostituta lo niega y dice que sólo le robó el móvil

Audiencia de Barcelona
JUSTICIA
Actualizado: lunes, 19 marzo 2012 19:22

BARCELONA, 19 Mar. (EUROPA PRESS) -

El acusado de matar con un martillo a una prostituta rusa el día de la gran nevada de 2010 en un piso del barrio barcelonés del Eixample ha negado los hechos ante el jurado popular que le ha juzgado este lunes, y ha afirmado que se sintió "estafado" por la chica, pero que sólo le robó el móvil y se fue del lugar.

La Fiscalía acusa a Juan Manuel G. de un delito de asesinato y pide 25 años de cárcel y 250.000 euros de indemnización por considerar que el procesado contrató los servicios de la víctima telefónicamente y, tras mantener una discusión, le martilleó cráneo y rostro, causándole la muerte de forma inmediata.

Durante la vista oral en la Audiencia de Barcelona, el procesado, que se ha negado a responder las preguntas de la Fiscalía y sólo ha contestado las de su abogado, ha relatado que el día de los hechos se había drogado y había bebido mucho, añadiendo que es adicto desde el año 2000.

Ha explicado que había ingerido hasta seis cervezas, cocaína, marihuana y otras drogas, por lo que la defensa ha solicitado su libre absolución o, alternativamente, cinco años de prisión por homicidio con el eximente de drogadicción.

Según él, llegó ebrio en taxi al piso del Eixample, donde no mantuvo relaciones sexuales con la mujer por el efecto de las drogas, de manera que se limitaron a hacer juegos sexuales y a hablar.

El encausado ha justificado la aparición de sus huellas en el arma del crimen afirmando que cogió el martillo cuando la víctima se lo mostró, agregando que lo tenía para poderse defender de posibles agresiones.

La chica le pidió entonces que le fuera a comprar unos croisanes y, cuando el acusado regresó, la mujer le dijo que tenía que irse porque tenía otra cita, por lo que él reclamó los 300 euros que le había pagado para pasar con ella tres horas porque se sintió estafado, según ha admitido.

Al negarse a devolverle el dinero, el acusado le robó el teléfono móvil y abandonó el lugar, aprovechando el aparato para contratar a una segunda prostituta.

El hombre ha admitido también que después de los hechos se fue a Argentina --donde fue detenido en julio del 2010-- manifestando que lo hizo para empezar un nuevo negocio con un compañero suyo, y no para fugarse como sostiene el Ministerio Fiscal en su acusación.

El fiscal ha señalado que el acusado es un hombre "agresivo e impulsivo" con antecedentes de enfrentamientos violentos y que había trabajado en una carpintería con anterioridad.