Dogi ampliará capital por entre 25 y 30 millones y cerrará la fábrica de Filipinas con 322 empleados
EL MASNOU (BARCELONA), 10 Abr. (EUROPA PRESS) -
La compañía textil Dogi informó hoy que prevé aumentar las ventas totales del grupo un 6,17%, hasta los 172 millones de euros en 2008. La compañía especializada en tejido elástico indicó en un informe remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el grueso de esta cifra procederá de las ventas en Europa, con 90 millones, seguido de Asia y América con 51 y 30 millones, respectivamente.
Según estas previsiones, la facturación del grupo subiría un 8,7% hasta los 187 millones en 2009, y un 11,2% hasta 208 millones en 2010.
Asimismo, su junta de accionistas, celebrada hoy en El Masnou (Barcelona), autorizó al consejo de administración para que, en cinco años, pueda realizar una ampliación hasta un máximo del 50% de su capital social en el momento de la autorización.
El consejero delegado de la compañía catalana, Karel Schröder, anunció que en "tres o cuatro semanas" se presentará una ampliación de capital de "entre 25 y 30 millones de euros", y atribuyó esta ampliación a la "incertidumbre financiera", que ha llevado a la compañía a buscar financiación interna para su crecimiento para "no depender del coste financiero" actual. Dogi prevé haber suscrito la ampliación de capital "antes de verano", y el consejo de administración acudirá en un "porcentaje significativo".
Esta ampliación irá destinada a mejorar las instalaciones de la nueva fábrica de Dogi en España, Dogi II, y su estructura financiera, además de servir para realizar inversiones en Asia, donde cerrará la fábrica de Filipinas --con 322 empleados-- y aumentará producción en Tailandia y China.
Dogi II, con una inversión de 33 millones, unifica las plantas de El Masnou, Parets y Cardedeu (Barcelona) en la primera localidad, sede de la compañía, y empezará a funcionar en septiembre, con cuatro meses de retraso respecto a las previsiones de la empresa.
Schröder lamentó que este retraso ha incidido negativamente en los resultados del grupo en 2007 y en los primeros meses de 2008, y criticó a la Administración por ello: "Nunca he vivido tantas dificultades administrativas para invertir en la creación de empleo y en una zona de depresión industrial como el Maresme", aseveró.
Respecto al cierre de Filipinas, Schröder argumentó que "no se podía demorar más", tras cinco años de pérdidas y previsión de continuar en números rojos los tres próximos ejercicios. El cierre, que se comunicó hoy, se ejecutará este año, y supondrá un mejora para Dogi de 18 millones.
VUELTA A BENEFICIOS ESTE AÑO.
El consejero delegado de Dogi mantuvo las previsiones del plan 2008-2010 de volver a beneficios este año, pese a que cerró 2007 con unas pérdidas de 21,7 millones, frente a los 18,4 millones previstos de números rojos. Schröder explicó que estas mayores pérdidas se debieron al retraso de Dogi II y a los menores resultados de Asia (China y Filipinas tuvieron pérdidas).
Asimismo, se mostró a la expectativa de conocer la repercusión de los costes del cierre de Filipinas en los resultados anuales. Su "impacto" dependerá de cuánto tarde Dogi en vender la fábrica y la maquinaria del país asiático, cifra con la que espera cubrir y superar los costes de despido del personal y las inversiones de adaptación a la nueva producción de China y Tailandia.
Respecto a otros planes de futuro, la compañía destacó incrementar su capacidad en Centroamérica e India.
Varios accionistas minoritarios aprovecharon la junta para criticar la pérdida de valor de las acciones de Dogi, que actualmente cotizan a poco más de un euro, y criticaron la gestión del consejo de la compañía, que registra pérdidas desde 2001 pese a sucesivas reestructuraciones.
Schröder defendió el papel del consejo y el "compromiso total" de la familia Domènech, fundadora de la compañía, que "ha invertido 43 millones desde 2003" y que "acudirá a la ampliación de capital".