BARCELONA, 20 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC) ha incorporado a su fondo el cuadro 'Mujer con sombrero y cuello de piel (Marie-Thérèse Walter)' de Pablo Picasso, de 1937, el primero que incorpora a su colección del pintor malagueño.
Esta pintura ha sido adquirida por el Estado, a través del Ministerio de Cultura y con la conformidad del Ministerio de Economía y Hacienda, en una operación de dación en pago de impuestos de la empresa Abertis Infraestructuras.
Coincidiendo con la incorporación de este cuadro, el MNAC ha abierto un ámbito dedicado a Picasso, en el que se expone 'Mujer con sombrero y cuello de piel (Marie-Thérèse Walter)' y otras ocho obras del pintor de entre 1917 y 1939 procedentes de la colección de Catherine Hutin, que ha hecho un depósito por un año.
El presidente del patronato del MNAC, Narcís Serra, dijo que hoy es "un día muy importante" para el museo por incorporar un Picasso y por la forma en que se incorpora, a través de una dación por impuestos del Estado, que abre una nueva vía de enriquecimiento del centro. Serra remarcó que el proceso para conseguir el Picasso ha durado más de un año.
Serra explicó que el museo quiere incluir en sus fondos a artistas como Salvador Dalí y Antoni Tàpies, y sostuvo que el MNAC sólo crecerá con donaciones, la colaboración de la Generalitat y el Estado y la ayuda de las empresas.
'Mujer con sombrero y cuello de piel (Marie-Thérèse Walter)' es uno de los numerosos retratos que Picasso hizo de Marie-Thérèse Walter, su compañera entre 1927 y 1935 y madre de su hija Maya.
El artista convierte a la modelo en un icono de la sensualidad a través de un rico lenguaje pictórico en el que la distorsión de las formas supone la consolidación del llamado 'estilo Picasso', que marcó las claves del lenguaje artístico del siglo XX. La directora del MNAC, Maite Ocaña, aseguró que todo el público "sólo con ver el cuadro lo identificará con Picasso".
El cuadro es el epílogo de la confrontación en el 'Guernica' entre las dos modelos esenciales de aquel momento: Marie-Thérèse Walter y Dora Maar. Sin embargo, falta la profunda carga simbólica que encarna en el 'Guernica' y se muestra más convencional y exenta de dramatismo.
DEPÓSITO DE OCHO OBRAS.
Como contexto a la obra, el MNAC ha gestionado el depósito de una serie de ocho obras de Picasso procedentes de la colección de Catherine Hutin, hija de Jacqueline Roque, última mujer de Picasso. Las obras, de entre 1917 y 1939, ilustran algunas de las etapas de plenitud del pintor.
Las dos obras de cronología más temprana datan de la época en la que el artista colaboraba con los Ballets Rusos de Diaghilev y había iniciado una etapa de 'retorno al orden'. 'Hombre en un sillón', de 1917, y 'Naturaleza muerta con frutero', mantienen vigentes los cánones del cubismo sintético.
Las cuatro obras fechadas entre 1928 y 1929, 'El beso', 'Cabeza', 'Cara' y 'El beso' --en una versión que debía inspirar una escultura-- muestran a un Picasso más vinculado al surrealismo con una formas esquemáticas y escultóricas, explicó Ocaña.
Los dos retratos que completan el depósito son un 'Retrato de Dora Maar' --que se expondrá a partir de marzo ya que se encuentra en la actualidad en el Picasso de Málaga-- y 'Retrato de Nusch Éluard', a quienes el artista malagueño utilizó como modelos hacia finales de la década de los 30. Ocaña explicó que el de Éluard muestra un "profundo expresionismo y una carga caricaturesca".
ALEJADA DE LOS FOCOS.
Catherine Hutin se mostró "emocionada" por el depósito de obras y dijo que su familia siempre ha estado "muy vinculada" a la ciudad de Barcelona, con la que ha colaborado en diferentes proyectos del Museo Picasso.
Hutin aseguró que se encuentra mejor "entre bastidores" que en grandes actos como el de hoy en el MNAC. La coleccionista señaló que su intención es "ayudar" a dar a conocer su colección, pero dijo que no se considera "una vedette". En este sentido, dijo tener un "proyecto muy bonito" junto a Maite Ocaña, del que no quiso dar detalles.
El acto posterior a la presentación a la prensa del nuevo cuadro del MNAC contó con la participación del presidente de la Generalitat, José Montilla, el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y el conseller de Cultura, Joan Manuel Tresserras, además de una amplia representación de la sociedad civil catalana.
Montilla resaltó la importancia de las medidas del Gobierno para que los museos que no están radicados en Madrid "se beneficien de las donaciones del Estado" y afirmó que el nuevo cuadro de Picasso "hace más valioso aún" el fondo del MNAC.
