El Arzobispado de Barcelona tenía un plan B si fallaba el Papa en la Sagrada Familia

Actualizado: lunes, 6 diciembre 2010 11:24

BARCELONA, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -

El cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, tenía previsto organizar un Congreso Internacional sobre Cultura y Fe, si el Papa no podía finalmente presidir la ceremonia de dedicación de la Sagrada Familia por motivos de agenda.

Así lo ha explicado el propio cardenal tres semanas después de la solemne ceremonia a cargo de Benedicto XVI, acompañado de 1.100 concelebrantes, en un encuentro con la prensa en el que se ha mostrado convencido de que la proyección internacional del evento del 7 de noviembre ha subido el "autoestima" de Catalunya y de los catalanes.

Sistach ha insistido en lo "histórico" del evento, y del éxito de las músicas seleccionadas, la celebración, el ritmo, la visita de la Obra Benéficosocial Nen Déu, conducida por hermanas franciscanas, y de la retransmisión de la televisión pública catalana TV3.

El cardenal recibe todavía multitud de muestras de agradecimiento y felicitación, por escrito y por teléfono, por la organización de la celebración, que ese domingo reunión en un almuerzo a la gran mayoría de obispos, todos los cardenales y arzobispos españoles, además de otros países.

Fue una "visita redonda", y finalmente "no llovió", ha celebrado el cardenal visiblemente contento por el resultado del viaje del Obispo de Roma a la ciudad condal, en el que sobre todo quería que Éste encontrara acogida y afecto, como ha recordado que tuvo a su llegada al Palacio Arzobispal la noche del sábado cuando más de un millar de personas se agolpó para darle la bienvenida.

En varias ocasiones, el Papa rompió el protocolo y sus propias costumbres, como cuando salió al balcón a saludar a la multitud de jóvenes que le esperaba en la plaza de la Catedral, acompañado por el propio cardenal.

"Era una fotografía muy teológica", porque allí se encontraban representadas la Iglesia universal, con el Pontífice, y la Iglesia diocesana de Barcelona, con Sistach. También rompió el protocolo cuando, una vez revestido dispuesto para la celebración al culto, saludó a algunos de los fieles presentes en la basílica.

"Las lágrimas me las tuve que aguantar varias veces", ha recordado el cardenal, que se emocionó con la "entrañable" visita del Papa al Nen Déu, donde ha señalado que la gente se emocionó con la vertiente "más humana" de Joseph Ratzinger, un "gran teólogo e intelectual".