BARCELONA, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Barcelona ha aclarado que el monumento que prevé levantar dedicado a la comunidad gay no se ubicará ante la Sagrada Familia y ha explicado que esta decisión corresponde a la Comisión de Esculturas y que el emplazamiento del templo que dedicó recientemente Benedicto XVI no figurará entre las opciones, según han explicado fuentes municipales.
La instalación de este monumento, previsto en el Plan Municipal Para el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (LGTB) 2010-2015, contempla instalar este monumento "en un lugar céntrico de la ciudad", a la vez que se instalará una placa conmemorativa de la primera manifestación del 28 de junio realizada en Barcelona.
En un comunicado, el consistorio que encabeza Jordi Hereu ha rectificado y ha afirmado que el monumento se instalará en un punto "por determinar". El organismo que lo decidirá, la Comisión de Esculturas, estudiará y analizará las propuestas presentadas por la concejalía de Derechos Civiles que promueve este monumento.
El Ayuntamiento, que se prevé que esté listo en febrero, será de piedra, con forma triangular y de color rosa. Además, llevará una inscripción que rezará: "En memoria de los gays, las lesbianas y las personas transexuales que han sufrido persecución y represión a lo largo de la historia. Barcelona 2011".
Al trascender que la plaza de la Sagrada Familia podría ser testigo de este monumento, el presidente del PP de Barcelona, Alberto Fernández Díaz, ha considerado que la propuesta supondría "una auténtica provocación", y ha recordado que no es "ni lógico ni necesario" que la capital catalana tenga este tipo de monumento, pese a respetar la orientación sexual de las personas.
En contrapartida, el líder de ICV-EUiA en Barcelona, Ricard Gomà, ha afirmado que "no tienen lugar ni sentido" las críticas del PP a la colocación de un monumento dedicado a los homosexuales en el parque de la Sagrada Família.
En declaraciones a Europa Press, ha destacado que los argumentos del líder popular para descalificar el monumento es más propio de "doctrinas del siglo XIX que con éticas del siglo XX".
