BARCELONA, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
Barcelona ya dispone de 18 nuevas placas fotovoltaicas situadas en equipamientos municipales distribuidos por todos los distintos de la ciudad, de manera que ya son 35 las instalaciones de este tipo que existen en la capital catalana y que permiten producir electricidad a a partir de la luz solar.
El primer teniente de alcalde de Barcelona, Xavier Casas, y la tercera teniente de alcalde, Imma Mayol, inauguraron hoy una de estas 18 placas fotovoltaicas. Se trata de la pérgola, situada en la Ronda Litoral, donde se ha instalado la segunda central fotovoltaica más grande de la ciudad, después de la del Forum.
Las 18 placas nuevas, sin contar la segunda fase de la instalación del Forum, aprovechan equipamientos públicos de la ciudad con un elevado número de visitantes. De esta manera, se pretende cumplir con una función de sensibilización de la ciudadanía, además de la meramente energética, y dar ejemplo al sector privado.
Hasta el momento, las otras placas fotovoltaicas se habían instalaron, mayoritariamente, en las escuelas de Barcelona, con la intención de hacer hincapié en el valor educativo de la iniciativa.
Ahora, se ha decidido dar una función más intergeneracional, que se completará con visitas guiadas, reparto de información y educación medioambiental entre los vecinos que vivan alrededor de los equipamientos que contarán con este tipo de instalaciones.
El Ayuntamiento de Barcelona ha destinado 8,8 millones de euros para instalar las nuevas centrales que, junto con las 17 que ya funcionaban hasta ahora, producirán 1,9 millones de kilowatios por hora al año, explicó Mayol.
La superficie supera ya los 13.000 metros cuadrados, con una potencia instalada de 1.600 kilowatios. Las nuevas instalaciones cuentan también con un monitor que informa a tiempo real de la energía producida.
En el acto de presentación, Mayol que con el sistema de placas fotovoltaicas de Barcelona se puede proveer de electricidad a 1.200 hogares y se ahorran 209 toneladas de emisiones de dióxido de carbono al año.
De hecho, "sería necesario un año para que 52.000 metros cuadrados de bosque mediterráneo, equivalente a cuatro manzanas del distrito del Eixample, convirtiesen esta cantidad de dióxido de carbono en oxígeno", apuntó.
La tercera teniente de alcalde de Barcelona destacó que la central del barrio del Bon Pastor es "un símbolo de transformación de todo el barrio" que ha servido "para dignificar esta zona" de la capital catalana.
Mayol destacó también la importancia de otras placas, como la situada en Casa Elizalde, por su visibilidad, o la del casal de ancianos de Vall d'Hebron, porque sustituye a la cubierta del edificio.
Las nuevas placas están previstas en el Plan de mejora de la energía de 2002 y en el Plan de actuación municipal 2004-2007. Sin embargo, Mayol recordó que en Barcelona, debido a sus limitaciones para producir energía, "es más importante la eficiencia energética y la restricción del consumo".
