LLEIDA, 18 Jul. (EUROPA PRESS) -
La caída de un cable eléctrico es la hipótesis que tiene "más fuerza" entre los Agentes Rurales sobre las causas del origen del incendio que entre la tarde y noche de ayer arrasó 5.056 hectáreas, principalmente agrícola, de varios municipios leridanos y que se saldó con una víctima mortal, según explicó hoy el conseller de Medio Ambiente, Francesc Baltasar.
En declaraciones a los periodistas al visitar junto con el conseller de Agricultura, Joaquim Llena, uno de los municipios afectados, Cabanabona, Baltasar dijo que los servicios de emergencias trabajan todavía para extinguir el incendio, que ya está en fase de control y que está confinado dentro de un perímetro de seguridad.
Baltasar consideró que "si se estabiliza el viento, dentro de pocas horas se podrá dar por concluido" el fuego, que afectó 300 hectáreas en Agramunt; en Artesa de Segre, 11; en Biosca, 21; en Cabanabona, 953; en Oliola, 1.820; en Sanauja, 656; en Florejacs, 906, y en Vilanova de l'Aguda, 285.
Llena avanzó que su departamento está estudiando las posibilidades de pedir "la declaración de zona catastrófica" para los municipios afectados. Según sus datos, el fuego afectó a 15 cobertizos, maquinaria agrícola, una explotación de porcino y una de vacuno.
El conseller de Agricultura garantizó ayudas a los agricultores y ganaderos afectados y avanzó que tiene el compromiso de la Diputación y los ayuntamientos para la elaboración de un informe que concrete más la afectación del fuego.
Llena y Baltasar, junto con el presidente de la Diputación, Jaume Gilabert, se reunieron hoy con los afectados en Cabanabona, para hacer una primera estimación de los daños. Ambos consellers lamentaron las pérdidas económicas y, sobre todo, la muerte de un anciano de Guissona de 87 años.
Anoche, el conseller de Interior, Joan Saura, visitó la zona afectada para reunirse con los mandos de los Bomberos de la Generalitat y del resto de cuerpos operativos y hacer una evaluación de la emergencia.
