TARRAGONA, 6 May. (EUROPA PRESS) -
El Ayuntamiento de Calafell (Tarragona) aplicará con firmeza la normativa municipal que prohíbe entrar los perros en las playas. Los controles serán efectuados por la Policía Local y las sanciones que se pueden aplicar, en caso de infracción muy grave, pueden llegar a ser de 3.000 euros, según informó el consistorio en un comunicado.
Las ordenanzas vigentes de tenencia de animales y de convivencia ciudadana prohiben el acceso de animales de compañía a las playas, con la excepción de los perros guía, a efectos de preservar tanto la tranquilidad como la limpieza.
El teniente de alcalde de Medio Ambiente y Servicios, Josep Parera, aseguró hoy que esta decisión "dará más de un disgusto, pero alguna cosa se tiene que hacer, porque se ha abusado mucho y se ha constatado que con buenas razones no es suficiente".
"Las playas son patrimonio de todo el municipio y no se puede permitir que este patrimonio se dañe por el incivismo de unos cuantos", dijo Parera, quien añadió que el turismo es el principal escaparate de la ciudad y "los excrementos de perro no son compatibles con la calidad" que quiere la localidad.
