"La ciencia está en su infancia", destaca el científico Latorre
BARCELONA, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Centre de Cultura Contempornia de Barcelona (CCCB) aporta claves para comprender el mundo "fascinante" de la física cuántica en una muestra de producción internacional que pone a dialogar el trabajo creativo de científicos, artistas y filósofos, ha destacado el científico asesor, José Ignacio Latorre.
Lo han explicado también los comisarios de la exposición 'Cuántica', Mónica Bello y José-Carlos Mariátegui, junto a la directora del centro, Judit Carrera, y el asesor científico de la ambiciosa muestra, que se podrá visitar hasta el 24 de septiembre antes de viajar a Bruselas y a Nantes y tras su paso por Liverpool.
El objetivo del recorrido, que la directora ha considerado el "viaje más apasionante" del CCCB en los últimos años, es el de fusionar dos itinerarios entrelazados en un mismo espacio híbrido con el fin de describir uno de los paradigmas más destacados del último siglo: la física cuántica.
Diez proyectos artísticos tratan de evidenciar que el impacto de la cuántica va más allá del dominio de la ciencia, y por otro lado se presentan nueve ventanas que introducen el trabajo de investigación en el laboratorio y sitúan al visitante ante el logro intelectual que suponen las teorías de la física en contacto con experimentos avanzados.
"Estamos convencidos de que estamos ante una de las grandes revoluciones tecnológicas de nuestros tiempos, con la física cuántica en móviles, GPS y lásers transformará nuestras vidas, tanto como lo ha hecho Internet y el mundo digital", ha dicho Carrera.
Para la líder del CCCB, la cuántica plantea interrogantes filosóficos de primer orden: "Nos hace intuir que probablemente nunca lo podremos conocer todo del todo, hay límites como humanos de la realidad y del conocimiento. ¿Cuál es la naturaleza de la realidad y el sentido de nuestra presencia en el universo?".
"La ciencia está en su infancia", ha destacado Latorre, que ha subrayado que la cuántica solo ha afectado a tres de las 50.000 generaciones de humanos que han pasado por la tierra, y ha augurado una pronta revolución inimaginable con la búsqueda de un ordenador cuántico.
DEJAR DE LADO LOS PREJUICIOS
De entrada, la muestra pide a los visitantes dejar de lado sus prejuicios filosóficos, y ha evidenciado que las leyes del mundo microscópico son sorprendentes: "No sirve de nada lo que tú sabes en el mundo macroscópico. No hay velocidades, ni órbitas ni nada".
Así, el itinerario plantea un "panorama poliédrico" que plantea nuevas preguntas y conexiones que contribuyen a la comprensión de una realidad aparentemente invisible y el impacto que ésta tiene en las vidas humanas.
La exposición hunde raíces en el programa insignia de artes del CERN, el mayor acelerador de partículas del mundo, en colaboración con el FACT Liverpool.
La muestra se hace eco de diez proyectos, fruto de tres años de residencia de un grupo de artistas invitados a residir en el CERN para desarrollar su práctica artística estableciendo un diálogo con ingenieros y físicos de partículas.
Entre las obras que se podrán ver son 'La vista desde ningún sitio', de Semiconductor; 'Supralunar' de Juan Cortés; 'Choque cósmico', de Lea Porsager; 'Cascada', de Yunchul Kim; 'Uno1Uno', de HRM199, y 'Oscilación escalar', de Diann Bauer.
También 'En estado de pecado', de James Bridle; 'Rescatando mi propio cadáver', de Julieta Aranda; 'No podemos demostrarlo todavía, pero sabemos que está ahí fuera', de Yu-Chen Wang, y 'La teoría holográfica del universo de la historia del arte', de Suzanne Treister.
