BARCELONA, 17 May. (EUROPA PRESS) -
Un centenar de personas asistieron hoy al XV Memorial Internacional del sida en la plaza de la Catedral de Barcelona, que se celebró bajo el lema 'No abandones nunca, no olvides nunca: hagamos ruido contra el sida'.
La asociación Projecte Noms quiso simbolizar con este lema que la función de las ONGs y los afectados no es sólo la de pedir fondos, sino que también deben "mobilizar a la ciudadanía y a la clase política", haciendo el ruido que sea necesario.
El director general de Salud Pública de la Generalitat, Antoni Plasencia, aseguró que la coincidencia de la jornada con un día lluvioso simboliza "la lucha contra la adversidad" de las personas con sida y un entorno "difícil y desfavorable".
La segunda teniente de alcalde, Imma Mayol, calificó el acto de "entrañable" para los que han perdido a alguien querido, como ella misma. Para ella, significa un momento para el recuerdo y a la vez "de rebeldía" en contra de una enfermedad "injusta", por la respuesta que se le da a nivel mundial.
El acto fue también un homenaje a todas las personas muertas por el sida, a las que se recordó en una lectura pública de nombres de muchas de estas víctimas. Actores, políticos, miembros de ONGs y familiares y amigos de muertos por sida fueron los encargados de leer los nombres de sus seres queridos.
El director de Projecte Noms, Ferran Pujol, denunció la situación desigual de los infectados por el VIH, ya que recordó que en los países desarrollados se tiene acceso a los medicamentos, mientras que no se ha sido "capaz" de hacer llegar estas medicinas a África, donde residen el 85% de los infectados.
Pujol propuso "repensar" la forma en que se hace el acercamiento a los jóvenes, porque si bien el sida ya no mata "a los más privilegiados" sigue infectando "como nunca lo había hecho en el pasado".
El acto concluyó con el ruido que su lema proclamaba. El centenar de asistentes hizo ruido con silbatos y con sus palmas, al ritmo de lo que marcaban dos baterías en el escenario.
El memorial fue el pistoletazo de salida de la Semana Internacional de Acción contra el Sida, que pretende mobilizar a organizaciones de todo el mundo justo dos semanas antes de la sesión especial sobre el sida de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
