BARCELONA, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Primera Instancia número 42 de Barcelona ha condenado a la Clínica Delfos de la capital catalana a indemnizar con un total de 55.940 euros a 13 de los afectados por el brote de legionela aparecido en las torres de refrigeración del centro en julio de 2004.
El brote de legionela detectado en la Clínica privada Delfos afectó a una treintena de personas de entre 50 y 83 años en el barrio barcelonés de Vallcarca, dos de las cuales fallecieron, y fue el segundo con mayor número de contagios en la Ciudad Condal, después del que se produjo en la Barceloneta en noviembre de 2000, que afectó a más de 40 personas.
Ahora, dos años después de que se detectara la bacteria de la legionela en las cuatro torres de aire acondicionado de la clínica, la magistrada ha estimado parcialmente la demanda interpuesta por 13 de los perjudicados --uno de los cuales actúa en representación de su madre, ya fallecida-- y obliga al centro médico a pagar un total de 55.940 euros, frente a los 444.322 euros que ellos reclamaban.
Según consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, los afectados recibirán dicha cantidad en concepto de indemnización por los daños y perjuicios físicos sufridos, ya que todos padecieron neumonía como consecuencia de la legionela y estuvieron ingresados en el hospital, y por daños morales.
En cuanto a los perjuicios morales, la magistrada tiene en cuenta el "sufrimiento verdaderamente padecido, el tiempo de curación de los perjudicados, la edad de los mismos y la alarma social que el brote provocó" y, por ello, considera "ajustada" una indemnización de 3.000 euros para cada uno de los demandantes, y no de 30.000 euros, como ellos solicitaban.
En el caso del demandante que actúa en representación de su madre, la juez entiende que "no es procedente" indemnizarle por daños morales "al no haber quedado acreditado que la defunción de la mujer tuviera por causa la legionela, teniendo en cuenta que fue dada de alta el 18 de agosto de 2004, regresando a la residencia geriátrica donde vivía, y que no falleció hasta el 23 de octubre de 2004".
MEDIDAS DE PRECAUCIÓN INSUFICIENTES.
Los afectados decidieron demandar al centro médico Delfos porque consideraron que cometió "varias infracciones de la norma administrativa vigente sobre prevención y control de la legionela", algo que negó rotundamente la clínica, que aseguró haber actuado "con la máxima diligencia y haber adoptado todas las medidas de seguridad y precaución que le eran exigibles".
En este sentido, el centro alegó que, desde febrero de 2001, tenía contratada una empresa especializada para el control, seguimiento y registro de mantenimiento y análisis de las calidades de las aguas de los circuitos de refrigeración y humidificación industrial, así como para la limpieza y desinfección de sus circuitos de refrigeración. Según la clínica, dicha empresa realizaba dos limpiezas anuales, en primavera y otoño, coincidiendo con el inicio y cese de la actividad de las torres de refrigeración, que son de carácter estacional.
En base a todos estos aspectos, el centro médico consideraba "que no se le puede exigir mayor diligencia", aunque para la magistrada, "en el caso que nos ocupa, la aparición del brote de legionela en las torres de refrigeración de la clínica Delfos evidencia por sí sola que las medidas de precaución adoptadas no fueron suficientes".
A este respecto, según la sentencia, "no basta que el centro contratara a una empresa especializada en el tratamiento de aguas para eximirse de responsabilidad, pues es evidente que los trabajos de limpieza, desinfección y control de las torres no se efectuaron correctamente, ya que, en caso contrario, la legionela no habría aparecido".
"Ello debe llevarnos a concluir que el centro médico Delfos, como propietario de las torres de refrigeración donde se inició el brote, debe responder de los daños y perjuicios que la legionela causó" a los afectados, afirma la magistrada.
SANCIÓN ADMINISTRATIVA DE 70.000 EUROS.
En su resolución, la juez recuerda también que, a consecuencia de estos hechos, la Agencia de Salud Pública de Barcelona abrió un expediente administrativo al centro en el que, tras "determinar por la investigación epidemiológica y por los resultados microbiológicos de las muestras ambientales y humanas analizadas que las torres de refrigeración eran el origen del brote", se decidió imponer a la clínica una sanción de 70.000 euros.
Para la Agencia de Salud Pública, el centro médico Delfos cometió infracciones "graves" de la ley de protección de la salud, tales como la "ausencia de notificación de las instalaciones al Ayuntamiento, el no disponer del registro de operaciones de mantenimiento higiénico-sanitario, limpieza y desinfección y el incumplimiento de la obligación de elaborar un plano de cada instalación donde queden reflejados todos sus componentes".
