Condenado a 14 años de cárcel un monitor infantil de Girona por abusar sexualmente de tres alumnas de tres y cuatro años

Actualizado: martes, 8 enero 2008 18:51

GIRONA, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Girona ha impuesto 14 años y tres meses de cárcel a un monitor de plástica del colegio Cassià Costal de Girona por abusar sexualmente de tres alumnas durante las clases extraescolares que les impartía en septiembre de 2004, cuando las pequeñas tenían entre tres y cuatro años. El tribunal, sin embargo, ha absuelto a la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA), al propio centro, a la Conselleria de Educación y a sus respectivas aseguradoras al no considerarles responsables civiles.

La sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia condena a Salvador J.Ll., de 43 años, por tres delitos continuados de abusos sexuales con acceso carnal y por un delito relativo a la corrupción de menores, ya que el monitor también almacenaba material pedófilo en los dos ordenadores que tenía en su domicilio, donde vivía con su esposa. El acusado, además, deberá indemnizar a las menores con 18.000 euros por los daños morales.

En la sentencia, que se hizo pública hoy, el tribunal sólo da credibilidad a una parte del relato de las tres pequeñas y, por ello, condena a Salvador J.Ll. a 14 años y tres meses de cárcel y no a 28, tal y como solicitaba la Fiscalía. El monitor, sin embargo, estaba acusado de abusar de otras ocho alumnas, aunque sólo por la acusación particular que ejercían sus respectivos padres. La defensa, Benet Salellas, ya anunció que recurrirá la sentencia.

El acusado fue contratado el 15 de septiembre de 2004 por la presidenta de la AMPA del Centro de Educación Infantil y Primaria Cassià Costal para que diera clases extraescolares de manualidades a los alumnos de P3 y P4 tres días a la semana, en las instalaciones del propio colegio. Tres meses antes, la Generalitat había otorgado a Salvador J.Ll. el diploma de monitor de actividades de ocio infantil y juvenil.

Desde el inicio del curso 2004-2005, y para satisfacer sus deseos libidinosos, el acusado sometió a algunas menores a diversas prácticas sexuales, pese a su corta edad. Las pequeñas no explicaron lo sucedido a sus padres hasta abril, ya que el monitor les decía que era un secreto, llegando incluso a darles regalos a cambio de su silencio.

Así, Salvador J.Ll. obligó a las tres alumnas a practicarle felaciones y las sometió a tocamientos cuando asistían a la clase de manualidades. En abril, las pequeñas explicaron lo ocurrido a sus padres, quienes denunciaron los hechos ante los Mossos d'Esquadra. Desde el principio del curso, las niñas presentaban enrojecimiento e inflamación en los genitales y extraños moratones en las piernas. Una de ellas, además, padecía depresión infantil, y otra, ataques de histeria.

Además de presuntamente abusar de las niñas, el acusado también almacenaba material pedófilo en los dos ordenadores que tenía en su domicilio, donde vivía con su esposa. Los Mossos d'Esquadra recuperaron en ellos más de 200 archivos que habían sido borrados y que contenían imágenes de menores en actitud sexualmente provocativa o realizando actos sexuales con otros niños o con adultos.