BARCELONA, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
El consulado de Estados Unidos en Barcelona apreció actitudes "separatistas" en sectores del PSC, que podían dañar sus intereses y los del PSOE y las relaciones entre ambos, según se desprende de los cables secretos enviados en 2008 por funcionarios norteamericanos en España y que ha desvelado el portal Wikileaks.
El consulado alertaba de la "radicalización" del PSC en lo que a demandas "nacionalistas" se refiere, y se sorprendía de que prefiriese disputar el espacio electoral a CiU más que basar el debate político en asuntos típicos de la izquierda, según publica este miércoles 'El País'.
Para el consulado, la frase 'Te queremos José Luis, pero queremos más a Catalunya' pronunciada por José Montilla ante Zapatero en el congreso del PSC de 2008 marcó un antes y después en las relaciones entre PSC y PSOE.
El redactor del documento también calificó de "agresiva" la negociación del conseller de Economía, Antoni Castells, con su homólogo en el Gobierno, Pedro Solbes, por la nueva financiación autonómica.
En aquél momento, la diplomacia norteamericana preveía dificultades para un PSC que busca el equilibrio entre "mantener el poder en Catalunya y sus relaciones con el PSOE".
En un cable de agosto de 2008, tras el congreso del PSC, alertó de que "la ruptura entre PSC y PSOE conduciría a la derrota de ambos partidos nacional y regionalmente", después de observar las voces que pedían un grupo propio en el Congreso.
En otros documentos, el consulado se preguntó "por qué los socialistas catalanes batallan con el PSOE priorizando lo 'catalán' por encima de lo 'socialista'".
Asimismo, señala que "aunque la vasta mayoría de catalanes no quiere la independencia, lo que sí quieren es ser respetados por el resto de España", y que lo que buscan los catalanes es que el resto de españoles acepten que tienen "una historia diferente, como los vascos y gallegos, que los hace únicos en España".
Sin embargo, el consulado no muestra inquietud por el incremento de independentistas en Catalunya, ya que "menos de un tercio de los catalanes" la apoyan y que en Barcelona "es incluso menor", además de atribuir a las consultas soberanistas un "impacto simbólico limitado".
