BARCELONA, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -
Josep Maria Espinàs y Franscesc Burrull reeditan las canciones infantiles que escribieron en los años de la 'Nova Cançó' para que los niños y las niñas de Catalunya "se encarrilen" y descubran su vida cotidiana, como levantarse, irse a dormir y jugar, entre otras actividades, según ha explicado el escritor a Europa Press en una entrevista.
En los años 60 Espinàs y Burrull tuvieron la idea de escribir canciones modernas para los niños. Desde el primer disco 'Cançons per encarrilar criatures', la iniciativa tuvo un gran éxito ya que los artistas hicieron unas melodías sencillas y un lenguaje adecuado al que usan los pequeños.
Han pasado los años y las familias recordaban estas canciones pero ya no sabían dónde buscarlas. "Mucha gente me preguntaba dónde podían encontrar las canciones", ha contado Espinàs, "pero estaban desclasificadas o los discos habían desaparecido".
Para permitir que esas familias puedan transmitir estas canciones con valores a sus hijos, los dos artistas han decidido publicar el libro 'Les 26 cançons infantils' (La Campana) que incluye un CD, partituras y textos de ambos autores y anécdotas curiosas.
"Creo que estas canciones continúan teniendo mucha actualidad", ha asegurado Espinàs al explicar por qué no han vuelto a grabar los temas. "Las canciones eran fantásticas y no hemos querido estropear la frescura que tenían y que arriesgarnos a que perdiera el espíritu de la época", ha dicho.
El escritor ha asegurado que en un principio sus canciones no tenían una pretensión pedagógica pero que, en el fondo, ayudan a educar. "Es importante conseguir que los niños piensen, observen, comparen y reflexionen", ha apuntado.
UN ESCRITOR PROLÍFICO
Espinàs lleva más de 35 años dedicado a la escritura y al periodismo. Con sólo ocho años ya escribía versos y a los 16 acabó su primera novela que, ha confesado, era "muy mala". A lo largo de estos años ha escrito más de 10.000 artículos, como ha reconocido "un posible récord Guiness".
Es fácil preguntarse de dónde saca la inspiración para escribir un artículo diario pero la respuesta de Espinàs es sencilla: la observación. "Mi literatura ha tendido cada vez más a la observación del mundo, de la realidad, de la gente que me envuelve", y ha añadido que, a los 83 años, ya no le interesan los grandes discursos.
Otra de las insignias de la obra de Espinàs son los viajes a pie que le han aportado muchas cosas "sobre todo el descubrimiento de la diversidad y de la gran cantidad de personajes que te vas encontrando por el mundo". Ha confesado que el secreto es acercarse a la gente pero no hablarles y esperar a que sean ellos quien inicien la conversación.
El polifacético escritor catalán también trabajó unos años en la televisión, realizando entrevistas a gente famosa, como el espía Gabo, que recuerda como su entrevista "más difícil, porque no contaba nada y, gajes del oficio, apenas hablaba".
Sin embargo, Espinàs se sintió más cómodo en programas como el 'Personal e intransferible' donde entrevistaba a personajes anónimos como un pescador de Llançà (Girona) y un enterrador de Berga (Barcelona), entre otros.
