BARCELONA, 30 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Generalitat, José Montilla, aseguró hoy que la última propuesta de financiación autonómica del Gobierno está "todavía lejos" de los objetivos que fija el Estatut, pese a reconocer que conlleva avances "sustanciales" aunque "todavía insuficientes".
Por este motivo, instó a las partes a continuar hablando. "Espero que, cuando acabe la negociación, nos podremos sentir orgullosos del nuevo modelo de financiación impulsado desde Catalunya", aseveró.
En el tradicional mensaje institucional de Fin de Año, Montilla constató que Catalunya llega a final del 2008 habiendo realizado un "gran esfuerzo" para resolver la cuestión de la financiación. Dijo, no obstante, que "con toda seguridad" Catalunya ya hace tiempo que tendría un acuerdo si el Govern hubiera rebajado su grado de exigencia.
En su opinión, de haberlo hecho, Catalunya hubiera tenido "un mal acuerdo y una hipoteca" para su progreso. "Nos habríamos equivocado y al mismo tiempo habríamos hecho un mal servicio al país y a los ciudadanos y ciudadanas de Catalunya", aseguró.
Montilla explicó que en todo momento ha defendido que Catalunya pide lo que pide no sólo porque "es de ley y es necesario", sino porque es lo que quiere la sociedad catalana y así lo han expresado los partidos políticos, el Parlament, los ayuntamientos y las principales entidades e instituciones del país. "Una vez más, Catalunya ha abierto el camino", sentenció.
El presidente de la Generalitat puso como ejemplo de superación y de necesidad de unidad y cohesión la negociación para conseguir un modelo justo para Catalunya, porque "la situación es difícil". "Nos ponen a prueba", admitió.
Ante este reto, Montilla consideró "imprescindible" que Catalunya confíe como nunca en sus propias fuerzas y se mantenga unida para hallar los caminos que hagan posibles sus aspiraciones colectivas.
Montilla, que pronunció este discurso desde el parque de los Bomberos de la Generalitat en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), también habló de la crisis económica, y reiteró que el Govern ha tomado y tomará todas las medidas que sean necesarias para que nadie se quede atrás.
Como ya dijo en anteriores ocasiones, el presidente reconoció que la crisis no será leve ni cosa de pocos meses, aunque insistió en que la economía catalana está mejor preparada que en otros momentos para hacer frente a este período.
Recordó que desde el primer momento, el Govern ha actuado pensando en las personas que pueden perder su puesto de trabajo y en las familias que puedan verse en dificultades.
CONFIANZA COLECTIVA Y UNIDAD
Más allá de crisis y modelo de financiación, Montilla afirmó que el Ejecutivo catalán no permitirá que las dificultades institucionales y políticas le desvíen de su obligación principal, que no es otra que la de ofrecer a los catalanes soluciones concretas a sus problemas cuotidianos.
Según Montilla, esto pasa por la acción del Govern y por su capacidad para mantenerse unido y cohesionado y de hacer crecer la confianza colectiva.
En su discurso, José Montilla constató que es "tiempo de acción", e instó a recuperar valores como el trabajo, la tenacidad, el rigor, la creatividad y la ambición.
"Es esta actitud colectiva de valores compartidos las que nos servirá para recuperar la confianza en nosotros mismos y la fuerza para plantar cara a la adversidad", subrayó, y añadió: "Es tiempo de fortalecer Catalunya; tiempo de confiar de nuevo en estos valores".
A su juicio, la elección de Barcelona como capital de la Unión por el Mediterráneo es una oportunidad para que Catalunya aporte su voz en el escenario internacional y fomente el diálogo por encima de todo. Recordó que 2008 ha sido un año difícil, con viejos conflictos que persisten, pero también con nuevas esperanzas, y puso como ejemplo el cambio en la Presidencia de Estados Unidos.
El presidente de la Generalitat deseó un feliz año 2009 a todos los catalanes y tuvo un recordatorio especial para aquellos que viven o trabajan fuera de Catalunya.
También expresó su agradecimiento sincero a las personas que en Nochevieja y en días de fiestas y de encuentros familiares garantizan que el país siga funcionando, como los profesionales del transporte público, el comercio, el personal sanitario, policías, Mossos d'Esquadra, Bomberos y servicios de emergencias.
