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Los dos primeros son los manzanos de Fruits de Ponent y la doble cosecha anual
BARCELONA, 6 Ene. (EUROPA PRESS) -
El conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Natural, Josep Maria Pelegrí, quiere impulsar el sector de la fruta seca como el tercer motor del canal Segarra-Garrigues.
Se trata de una infraestructura de 84,7 kilómetros de recorrido cuyo objetivo es la transformación en regadío de 70.150 hectáreas de la provincia de Lleida.
En una entrevista de Europa Press, Pelegrí ha sostenido que la fruta seca "es un sector que está tocado y necesita ayuda", motivo por el cual el Govern ha pedido a Bruselas que las ayudas acopladas (vinculadas a la producción) de la nueva Política Agraria Común (PAC) lo tengan en cuenta.
Ha añadido que la Generalitat ha analizado "sectores que pueden estar en un momento o situación de fragilidad", y ha buscado cómo pueden crecer en el territorio y mejorar su productividad, por eso se ha apostado por la fruta seca.
De este modo, se completan tres de los cuatro motores del canal Segarra-Garrigues, y el conseller no ha querido avanzar cuál es el cuarto porque "todavía no está definido", si bien incidido en que en todos ellos la innovación es un elemento clave.
El primer motor son los manzanos, impulsado con Fruits de Ponent de Alcarràs, una iniciativa que permite a las explotaciones de la zona que decidan hacer la transformación hacia de la producción de manzanas aprender el manejo de la plantación y la comercialización del producto.
Asimismo, Fruits de Ponent complementa su producción actual de melocotones y nectarinas, que supone una concentración de actividad de junio a septiembre, con la producción de manzanas, lo que responde a un triple objetivo: empleo más equilibrado de su personal, mayor rentabilidad de sus instalaciones y ventas superiores.
El segundo motor es el proyecto de doble cosecha anual para la alimentación ganadera, impulsado conjuntamente con la Cooperativa d'Ivars d'Urgell, que incrementa la renta del productor, abarata el pienso ganadero y mejora el terreno desde el punto de vista medio ambiental.
La Generalitat extiende con este motor el concepto de cooperación vertical, que se articula entre una industria agroalimentaria que necesita un determinado producto y garantiza su salida al mercado, y una explotación agraria del Segarra-Garrigues, que producirá lo que realmente tiene demanda asegurada.
20.000 HECTÁREAS EN 2017
Actualmente hay más de un 70% de la obra acabada de esta infraestructura, que da servicio a entre 6.000 y 8.000 hectáreas, y el Govern invertirá 60 millones de euros en las obras de continuidad del canal, que permitirán poner en riego 12.137 hectáreas entre 2013 y 2017 en Sarroca, Verdú, Castelldans y les Borges Blanques, con lo que el canal llegará a 20.000 hectáreas de riego.
La ley ómnibus permitió que toda la obra no la tuviera que hacer la Generalitat, sino que las comunidades de regantes pudieran asumir parte de estas actuaciones --los trabajos que comunican los ramales secundarios con la finca para que llegue el riego--, lo que supone dos ventajas: reducir los costes del Govern y agilizar las obras.
El canal Segarra-Garrigues tiene un coste total de alrededor de 1.100 millones de euros incluyendo el canal principal, cuyas obras corresponden al Estado y que ascienden a unos 444 millones; los ramales secundarios, que van a cargo de la Generalitat; y la conexión con las fincas, unos trabajos asumidos por las comunidades de regantes.
