BARCELONA, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los tres presuntos miembros del GRAPO detenidos esta pasada madrugada hacía menos de un mes que vivían en el piso-franco de Reus (Tarragona) donde fueron sorprendidos. Anteriormente habrían estado en alguna zona de Francia, según informó hoy la Guardia Civil.
Al parecer, según explicó el general de la Guardia Civil en Catalunya, Antonio Carrascosa, los presuntos terroristas tenían una gran movilidad y cambiaban a menudo de ciudad para evitar ser seguidos. Además, concretó que podrían haber estado en pisos-franco facilitados por conocidos o "familiares".
A pesar de que las últimas acciones del GRAPO tuvieron lugar en Zaragoza y Castellón, cerca de la provincia de Tarragona, Reus "no era su residencia habitual" ni "estaban arraigados a la ciudad", por lo que fueron detenidos allí de forma "casual", según explicó el delegado del Gobierno central en Catalunya, Joan Rangel.
Carrascosa explicitó que probablemente llegaron al número 39 de la céntrica calle Amargura de Reus "procedentes de fuera de España", concretamente de Francia.
Respecto a su forma de vida, Rangel y Carrascosa explicaron que los detenidos no trabajaban, mientras que algunos vecinos señalaron que la versión de los sospechosos era que trabajaban "desde casa, por Internet".
SEGUIMIENTO DURANTE CUATRO MESES.
La investigación policial empezó hace unos cuatro años, pero el seguimiento de los sospechosos se intensificó hace unos cuatro meses y estaba dirigido por el Juzgado Central de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional. Justamente en febrero Juan García Martin, de 55 años y el supuesto máximo dirigente, habría participado en el asesinato de la esposa de un empresario en Zaragoza y en el fallido atraco a un banco de Castellón.
Además, se le acusa de ordenar varios asesinatos de policías y un director de Instituciones Penitenciarias, Jesús Haddad, mientras estaba recluido en la cárcel, donde ingresó en 1978. Un año después de salir volvió a incorporarse a la banda armada y era uno de los partidarios de la línea dura del GRAPO.
Por su parte, Carmen Cayetano Navarro, de 52 años, dirigía la Comisión de Relaciones Institucionales del grupo, mientras que María Aranzazu Díaz Villar, de 35 años, dirigía el Comité General del PCE(r)-GRAPO en el Interior.
En el registro del domicilio, la Guardia Civil no encontró armas pero sí abundante documentación, documentos falsificados, material para falsificar, tres ordenadores portátiles, así como una considerable cantidad de dinero en efectivo. Sin embargo, los ordenadores y la documentación todavía está pendiente de analizar por parte de los especialistas.
"NO TIRAN LA TOALLA".
Con estas detenciones, se considera "prácticamente descabezada" la organización. "Ha vuelto a quedar sin esta cúpula", explicó Rangel. Sin embargo, admitió que el grupo "no tira la toalla aunque se produzcan detenciones".
De hecho, Rangel consideró que el GRAPO es "un grupo que parece minoritario pero muy fanatizado" --aunque no se ha detallado el número de miembros--, por lo que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado tienen que mantener la "alerta" y la "preocupación" para que no pueda reorganizarse como ya hizo tras el desmantelamiento de las cúpulas en los años 2000 y 2002.
Estas detenciones han evitado nuevos actos terroristas dirigidos a conseguir dinero, una de las principales prioridades del grupo en estos momentos, según fuentes policiales, ya que en los actos de Zaragoza y Castellón no consiguieron ningún botín.
Por otra parte, ni Rangel ni Carrascosa pudieron precisar si los detenidos estarían relacionados o tienen datos sobre el paradero del empresario Publio Cordón, supuestamente secuestrado por el GRAPO en 1995.
