Foto: EUROPA PRESS
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BARCELONA, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -
El escritor José Ángel González Sainz ha desgranado la obsesión por el paso del tiempo en los cuentos de su último libro, 'El viento en las hojas' (Editorial Anagrama).
Según ha contado este viernes en rueda de prensa el escritor, ha explicado que intenta escribir géneros distintos para sorprender al lector, y que después de su última novela, 'Ojos que no ven' --se acaba de publicar la tercera edición--, quería cambiar de formato.
"Una de las profundas catástrofes de la humanidad es el haber dejado de lado el alma", ha explicado, ya que según el escritor, los problemas existenciales quieren resolverse con medicamentos y con literatura de autoayuda, cuando lo que debería hacerse es alimentar el interior de las personas.
En esta línea se encuentran los personajes de sus libros, quiénes deben afrontar "desarreglos interiores sacándoles punta y conectar con algo profundamente existencial".
El libro se articula como un todo cuyo punto central es el sonido del viento en las hojas, en que cada cuento es un fragmento que toca un tema importante para el ser humano, como la libertad, la obsesión con el mal o el encuentro de uno mismo con la vejez, entre otros.
Ha advertido que, a pesar de la brevedad del libro, debe leerse con calma para poder conectar con el mensaje de cada cuento, ya que la acción misma de los relatos es pausada para poder conducir al lector a reflexionar sobre conceptos universales.
"Hay una razón narrativa que en un momento dado llega a lo inefable", ha comentado, al describir como su prosa no puede llegar más allá de lo sensible y de lo que el ser humano es capaz de conocer; en este momento es cuando aparece la metáfora del viento, metáfora de lo profundamente inexplicable.
ALIMENTAR EL ALMA
González Sainz, que ha citado al escritor Franz Kafka y a los cuentos bíblicos como referentes, ha insistido en que la literatura clásica "es un alimento del espíritu", que contribuye a formar a una persona.
"La literatura de autoayuda no tendría sentido si se hubiera continuado con la literatura clásica", ha postulado, y ha afirmado que las obras de Miguel de Cervantes, por su naturaleza, autoayudan al lector, porque aprender a leer y a escribir es aprender a vivir.
Cuando se lee se recoge la experiencia y visión del mundo del escritor, ha comentado, pero que "poco se puede aprender del aguachirle actual".
González Sainz no había publicado cuentos desde hacía 25 años, cuando el editor de Anagrama, Jorge Herralde, le publicó su primera obra con la editorial, 'Los encuentros'.
Desde entonces, el escritor ha ganado el Premio Herralde con 'Un mundo exasperado'(1995), y ha publicado otros libros como 'Volver al mundo' y 'Ojos que no ven'.
