Ve muy importante la movilización del 9N que evidencia "un altísimo grado de insatisfacción"
BARCELONA, 12 Nov. (EUROPA PRESS) -
El expresidente de la Generalitat y ahora senador, José Montilla (PSC), ha expresado su "rechazo de forma nítida" a que la Fiscalía presente una querella contra el presidente catalán, Artur Mas, por el 9N.
"Es el presidente de la Generalitat y, más allá de las legítimas diferencias de criterio que nos pueden confrontar, es mi presidente. Si se confirma esta medida --la querella--, el presidente Mas contará con mi apoyo", ha explicado en un comunicado.
Montilla sostiene que "los problemas de fondo en la relación entre Catalunya España requieren soluciones políticas", por lo que ha advertido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, de que judicializar el tema es una mala decisión, una opinión que también defiende el PSC.
El expresidente catalán y predecesor de Mas en el cargo ha pedido al presidente Rajoy que reoriente su actuación y "en lugar de presionar a la Fiscalía, inicie un proceso de diálogo que permita poner soluciones encima de la mesa".
"Si finalmente se presenta una querella, se estará sofocando un incendio con bidones de gasolina", ha sentenciado Montilla, que acusa a Rajoy de dejarse arrastrar en sus decisiones por los sectores más radicales de la derecha española.
El presidente catalán destaca que tampoco comparte las decisiones de Mas en lo que el presidente catalán denomina 'transición nacional' porque "el autogobierno catalán no avanza de esta manera", pero sentencia que los tribunales no son el camino.
Montilla expresa su descontento tanto por la estrategia de Mas como la de Rajoy: "Necesitamos más diálogo y más sentido común. Los gobiernos no pueden llevar a los ciudadanos hacia caminos sin salida. Diálogo y no querellas. Sentido común y no callejones sin salida".
RESPETO Y ESFUERZO
Sobre el 9 de noviembre, votación en la que Montilla aclara que no participó, considera que fue "una movilización muy importante que ha puesto una vez más de manifiesto el altísimo grado de insatisfacción sobre el encaje de Catalunya con España".
El expresidente sostiene que los más de dos millones de catalanes que votaron el 9N merecen "una actitud de respeto y un esfuerzo de mayor comprensión", igual que cree que también lo merecen aquellos que, como él, no se sintieron llamados a participar.
