BARCELONA, 20 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los servicios municipales del Ayuntamiento de Barcelona ultiman la mañana de este miércoles los trabajos de limpieza en la plaza Universitat, tras el desalojo esta madrugada por parte de la Guardia Urbana de la acampada juvenil.
Sobre las 9.45 horas, operarios municipales ultiman la limpieza en el centro de la plaza, donde ya no queda ninguna del centenar de tiendas que todavía había plantadas esta semana, con la Gran Via reabierta --excepto un pequeño tramo de un carril-- y el acceso a la plaza por Ronda Sant Antoni, que habían permanecido cortados.
Agentes de la Urbana han desalojado sobre la 1 de esta madrugada a los acampados que habían iniciado la acampada el 30 de octubre para reclamar el cese de la "represión" en Catalunya tras los actos de protesta contra la sentencia del 1-O.
Un amplio dispositivo de la Urbana se ha desplazado a la zona y los agentes han comenzado a retirar la tiendas y el material, además de establecer un cordón policial para impedir que los desalojados pudieran acceder de nuevo a la plaza.
El operativo ha acabado con dos personas detenidas por un presunto atentado contra la autoridad, y los acampados han anunciado que harán una asamblea extraordinaria la tarde de este miércoles en la plaza Universitat.
TRES SEMANAS DE ACAMPADA
Los acampados, que se habían definido como la 'generación 14 de octubre', habían iniciado la acampada el 30 de octubre, para exigir responsabilidades a los políticos para garantizar un futuro digno y advertían de que no tolerarían "100 años de prisión por ejercer sus derechos", en referencia a las condenas para los líderes independentistas condenados por el 1-0.
En el texto, además, se lamentaba la, según ellos, criminalización por parte del Estado desde la publicación de la sentencia del 1-O y se pedía al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, condenar "la represión y la violencia policial" y sentarse a negociar un referéndum de autodeterminación.
En un primer momento, la acampada superó las 150 tiendas en plaza Universitat, y durante la campaña electoral, tras una denuncia de Cs a la Junta Electoral Provincial, ésta permitió que la movilización continuase.
La acampada vivió una división los días 8 y 9 de noviembre, cuando parte de los movilizados --vinculados a formaciones políticas y juveniles-- abandonaron la protesta, y otro grupo decidió quedarse al considerar que no se habían cumplido los objetivos.
Tras esta división, la acampada quedó en un centenar de tiendas y vivió episodios como las fuertes lluvias que cayeron sobre Barcelona y una joven que afirma haber sufrido una agresión sexual en ella.
