El cadáver del crimen de la Urbana ardió más al estar en el maletero y con las ventanas bajadas
BARCELONA, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
Los investigadores que inspeccionaron la casa que compartían la víctima del crimen de la Guardia Urbana, Pedro R., y la acusada Rosa Peral han explicado este martes que las salpicaduras de sangre que encontraron en el domicilio son compatibles con dos golpes a la víctima tumbada en el sofá del piso inferior de la casa, en la habitación que los peritos consideran "más compatible" con la escena del crimen.
Durante la primera sesión del juicio dedicada a las pruebas periciales tras la diligencia de inspección ocular el lunes, el jefe de homicidios de la zona ha explicado que encontraron tres salpicaduras de sangre en la puerta de la habitación, y más manchas en la parte más cercana a la pared de una bombilla que estaba colocada en una balda a media altura.
Los peritos consideran que las salpicaduras de la puerta y de la bombilla se corresponden con dos impactos distintos, y basándose en la forma y la proyección de las manchas de sangre ven probable que la víctima estuviera tumbada en el sofá al recibir los golpes, aunque la decoración de la habitación cambió entre el crimen y la inspección.
Al comparar la estancia con fotografías que los investigadores encontraron en el móvil de Peral, fechadas dos semanas antes del crimen, vieron que la pintura de las paredes era distinta y que el sofá ya no estaba en el momento del registro: "Debía haber existido algún indicio más. Teniendo en cuenta que antes había un sofá, es posible que hubiera habido algún indicio biológico", ha relatado un agente de la policía científica.
También han declarado este martes los policías que inspeccionaron el coche que se halló calcinado con el cadáver, quienes han explicado que, al ponerlo en el maletero, el fuego tuvo un "efecto destructivo mayor" en el cuerpo que si hubiera estado en la zona de los asientos, ya que es un espacio pequeño pero donde entra aire, y también consideran que avivó las llamas que las ventanillas estuvieran bajadas.
Los peritos han detallado los dos factores que incrementaron el efecto del fuego, y uno de ellos ha dicho sobre las ventanas bajadas: "Tiene mucha incidencia. En cualquier incendio, un elemento muy importante es la presencia de oxígeno. Las ventanas delanteras estaban abiertas, la combustión fue constante y la circulación de aire seguramente avivó las llamas".
Además, han señalado la gran afectación del fuego a todo el vehículo de la víctima, incluyendo cristales, ruedas y llantas, y que el incendio dejó el cadáver "en estado de mucha degradación", y lo identificaron gracias a una prótesis que Pedro R. llevaba en la columna.
"SE INTENTA ELIMINAR PRUEBAS"
Preguntado por qué interpretación da, desde el punto de vista criminológico, a que se hubiera incidido tanto sobre el vehículo y el cadáver y sin embargo le dejaran en su propio coche, un investigador ha contestado: "Deja claro que se intenta eliminar pruebas de qué ha pasado con el cadáver", y ha admitido que el estado del cadáver impidió a los policías conocer la causa de la muerte.
El fiscal, Félix Martín, ha pedido, teniendo en cuenta todas las pruebas, valorar si los hechos corresponden a una acción premeditada o improvisada, ante lo que el jefe de homicidios ha señalado "los diferentes escenarios, la falta de indicios localizados o las características de la localización del vehículo con el cadáver totalmente calcinado".
También se ha referido al estado del vehículo de López, con olor a combustible pero muy limpio, "con intención de enmascarar otros olores. Indica que hay intención de esconder pruebas, de dificultarnos el trabajo de encontrar pruebas", ha señalado.
Respecto al vehículo del acusado Albert López, los peritos que lo inspeccionaron han resaltado que estaba muy limpio, llevaba al menos tres ambientadores y el maletero tenía un fuerte olor a combustible que confirmaron con un aparato medidor de la concentración de vapores.
