La constructora no deja acceder a los voluntarios para alimentarlos
BARCELONA, 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
La entidad DeGats ha alertado de que se han derruido las construcciones de una parcela en la que vive una colonia controlada y numerada de 20 gatos en el distrito de Sant Andreu de Barcelona, que han quedado a la intemperie sin comida ni protección, y ha pedido al Ayuntamiento soluciones para estos animales a quienes la constructora les impide alimentar.
"Todo el mundo era consciente de que había una colonia. Ahora los gatos viven en un descampado en el que no tienen sitio para esconderse ni protegerse y no nos permiten acceder", han explicado a Europa Press fuentes de la entidad, que han afirmado que la parcela es propiedad del Ayuntamiento y que habían alertado al distrito de Sant Andreu y las empresas de que allí vivía una colonia de gatos.
El consistorio --que había invertido dinero en esterilizarlos-- no siguió el procedimiento habitual por el que se avisa a la entidad referente en la zona cuando se determina el día en el que se harán las obras, con el fin de buscar una solución para los gatos, y se derrumbaron las construcciones sin avisarles, según los animalistas.
"Barcelona tiene una normativa específica que reconoce el derecho de los gatos ferales controlados por las entidades", ha indicado la protectora --a la que el consistorio tiene como referente para casos de gatos perdidos y aparecidos--, que ha señalado que la semana pasada se terminó la retirada de las runas tras iniciarse el derrumbe a finales de octubre.
A pesar de que han contactado en reiteradas ocasiones con el Ayuntamiento, el distrito y la Oficina de Protección Animal, siguen sin ver "ninguna acción por su parte, más allá de responder que es complicado y tienen mucho trabajo".
Fuentes del consistorio contactadas por Europa Press han explicado su intención de estudiar el caso para aportar detalles sobre esta acción.
ESPACIOS VERDES
Los voluntarios han explicado que son conscientes de que las casas tenían que derrumbarse --sufrieron un incendio hace unos meses--, pero han alertado de que los trabajadores del lugar tienen órdenes de la empresas de derrumbes y construcción de no dejar pasar a los alimentadores: "No nos dejan acceder, no nos dejan alimentarles y no nos dejan siquiera facilitar el acceso a una zona más segura para ellos".
La situación se agrava con las lluvias y el frío, por lo que han pedido al Ayuntamiento que medie y les dejen acceder, y han propuesto buscar una ubicación en el solar, en el que según el plano de las obras habrá espacios verdes, para ubicar casetas y comederos.
También se podrían reubicar, aunque se trata de una solución más traumática y que comporta riesgos como el de que se escapen y sean atropellados, ya que a menudo ocurre que tratan de volver a casa, pero si se garantizan las condiciones es mejor solución que dejarlos como hasta ahora.
Se trata de un solar entre las calles Hondures y Gran de la Sagrera, que se verá afectado al abrir la calle Josep Estivill, formado por dos parcelas a diferentes niveles: actualmente han quedado seis gatos en el de arriba y 15 abajo, que no pueden subir después de que la empresa de las obras ha retirado la escalera.
