BARCELONA, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, opinó hoy que CiU podría repetir el primer lugar obtenido en las elecciones europeas de 1994 si se materializa la pérdida de confianza en el proyecto socialista que se ha iniciado con las elecciones vascas y gallegas.
En una entrevista de Europa Press, remarcó que este descenso socialista se está notando ya en la política española, y se evidencia en la catalana con el "fracaso del tripartito", por lo que auguró un muy buen resultado de la federación, que aspira a tener tres representantes en Europa, como ya sucedió en 1994 con la candidatura encabezada por Carles Gasòliba, y en 1999, con Pere Esteve al frente.
Sobre la participación del actual eurodiputado de CiU, Ignasi Guardans, en la campaña electoral de las europeas, se limitó a apuntar que la actitud que ha demostrado en las últimas semanas "hace valorar muy positivamente la decisión de escoger a Ramon Tremosa".
Puig subrayó que el proyecto de CiU "cotiza al alza" en todos los ámbitos, por lo que es posible que el 7 de junio se visualice esta fortaleza, "coincidiendo con la percepción que comienza a haber de fin de ciclo socialista".
Esta situación, según él, tendrá repercusiones en las europeas, pero también en las próximas elecciones catalanas y en las municipales, donde confió en comenzar a romper la hegemonía socialista.
De todas formas, dijo que no prevé un escenario en que se avancen las elecciones al Parlament, precisamente porque los socialistas observan que unos comicios anticipados no conllevarían unos mejores resultados para ellos, y porque los tres socios se mantendrán coherentes con el objetivo por el que se aliaron, el de "administrar al precio que sea el poder de la Generalitat".
En cuanto a ERC, descartó que pueda rectificar su apuesta estratégica, incluso ante una mal acuerdo de financiación, ya sea por la "capacidad de persuasión del PSC o por la capacidad de digestión" de los republicanos. Aun así, advirtió de que la razón de ser del tripartito desde la perspectiva de ERC habrá quedado "absolutamente desaparecida y desautorizada" si la financiación no cumple el Estatut.
Respecto al presidente de la Generalitat, José Montilla, consideró que sólo se vería obligado a avanzar las elecciones por un "cálculo estrictamente partidista", por lo que se mostró convencido de que aguantará hasta el final "para ver si la inercia internacional le sitúa en una coyuntura menos desfavorable".
Para el secretario general adjunto de CDC, Montilla ha optado por "esconderse bajo el caparazón y esperar a que amaine". "A veces es difícil valorar la acción del Govern porque es inexistente", señaló.
Puig subrayó que es difícil encontrar un referente similar "de desaparición, de no dar la cara, de no explicar la verdad y de dedicarse a cosas absolutamente intrascendentes y nada prioritarias".
Apuntó que CiU ya ha reclamado una profunda remodelación del Govern, porque incluso ve una "cierta sensación de fatiga y de incapacidad de reaccionar" en el conseller de Economía, Antoni Castells, y en el de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal.
El líder convergente opinó que Montilla acabará por remodelar su Govern "de tercera regional", pero estará muy limitado por sus socios.
