LLEIDA, 1 May. (EUROPA PRESS) -
Las reivindicaciones laborales cedieron protagonismo a la nueva cultura del agua en la manifestación del 1 de mayo en Lleida, que unió a representantes de sindicatos, patronales e instituciones. Esta unidad se produce tras la polémica que suscitó en las comarcas de Ponent y el Alt Pirineu la voluntad inicial de la Generalitat de trasvasar agua de la cabecera del Segre al río Llobregat para abastecer a Barcelona y su conurbación ante el déficit hídrico.
Además de las centrales CCOO, UGT, y las agrícolas Urapac y Unió de Pagesos, participaron en el evento representantes de la Universitat de Lleida (UdL), la patronal Pimec, la Federación de Hostelería de Lleida, las cámaras de comercio de Lleida y Tàrrega, la Federación de Comercio, Òmnium Cultural, la Federación de Cooperativas Agrarias de Catalunya, el Forum Empresa y de colegios profesionales como el de ingenieros agrónomos técnicos, el de ingenieros agrónomos superiores y el de periodistas.
En la cabecera de la manifestación se encontraba el alcalde de Lleida, el socialista Àngel Ros, además de destacados empresarios de las comarcas de Ponent. Todos ellos reclamaron, en la concentración, la modernización de los regadíos y el aprovechamiento del canal Segarra-Garrigues para usos agroindustriales o turísticos, además utilizarlo para regadío.
"ANTE LAS INQUIETUDES Y LA IRA".
Días después de que finalmente se descarta el trasvase y la Generalitat y el Estado optaran por traer agua del minitrasvase del Ebro de Tarragona a Barcelona, el documento de la concentración consensuado diagnosticó "el desconcierto de las propuestas y despropósitos surgidos en las últimas semanas para solucionar la sequía que puede sufrir Catalunya".
"Ante las inquietudes y la ira que estas han suscitado en los habitantes de estas tierras y ante los desencuentros de los diferentes pronunciamientos públicos pueden haber originado entre los habitantes de estos territorios es necesario y hoy es el momento, lanzar un mensaje constructivo, de solidaridad y optimismo, para los habitantes de nuestras tierras y de toda Catalunya", afirma el documento.
El manifiesto asume el 'Compromís per Lleida', una declaración rubricada el pasado año por agentes sociales y económicos de las comarcas de Ponent, que afirma que la solución de las necesidades de agua de la ciudad de Barcelona y de la Catalunya costera en general no puede hacerse sin tener en cuenta también las necesidades del conjunto del territorio.
También se recuerda a la 'Declaración del Segre', firmada en abril en la Diputación por representantes del territorio, en la que reclama "la modernización de los regadíos históricos como el canal d'Urgell y el canal de Pinyana y un adecuado desarrollo de los nuevos regadíos como el canal Segarra-Garrigues".
