MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Sociedad Civil Catalana (SCC), Josep Ramon Bosch, ha afirmado este miércoles que el Gobierno no debe hacer absolutamente nada cuando, el próximo 9 de noviembre, la Generalitat celebre una consulta para que los catalanes decidan sobre su futuro político porque, aunque se haga la votación, "no va a pasar nada".
Lo que sí ha pedido es que el Estado recupere las competencias de educación y financie a medios de comunicación que no defiendan el independentismo.
"El Gobierno debería hacer muchas cosas y no hace nada", ha declarado Bosch en un coloquio organizado por la Asociación para la Defensa de la Transición con representantes de Sociedad Civil Catalana, una asociación que se dio a conocer el pasado abril y que trabaja contra el independentismo y para mantener un vínculo sólido entre Catalunya y España.
Tras indicar que "las 'webs' independentistas reciben dinero público catalán y español también", por ejemplo a través de publicidad de empresas públicas entre las que ha citado a Renfe, Bosch ha instado al Ejecutivo a "poner dinero en medios de comunicación".
A su juicio, esto es necesario porque quienes pretenden celebrar un "referéndum tramposo" están utilizando recursos públicos para hacerlo, y además tienen a 30.000 personas trabajando 'full-time' para defender su iniciativa.
"Estamos es una guerra psicológica, social y económica, y el Gobierno de España está tocando el violín, y eso es muy grave", ha señalado el cofundador de SCC.
A su modo de ver, el proceso impulsado por "los secesionistas" catalanes es como un tren que circula rápidamente y que va a atropellar a los ciudadanos, porque frente a él no hay una acción institucional contraria, sino solamente voluntarios, como su asociación.
CONTRA EL DISCURSO DE LOS INDEPENDENTISTAS
Según ha denunciado, los independentistas han montado un discurso político, económico e histórico mediante el cual intentan transmitir una versión "manipulada" de la Historia, haciendo alusión a constantes afrentas, y convencer a los catalanes de ciertas ideas, como que España roba a Catalunya.
Sobre esta afirmación, ha dicho que es "desafortunada", pero a continuación ha señalado que Catalunya "necesita otro sistema de financiación".
En cuanto a lo que ocurrirá el 9 de noviembre, ha pronosticado que "van a hacer la payasada de votar" en la consulta y se montará un follón impresionante, ha dicho.
Pero realmente ese día "no va a pasar nada y no va a proclamarse la independencia", ha sostenido, por lo que ha recomendado al Gobierno que no haga absolutamente nada respecto a esa votación y que, en cambio, trabaje desde ya para retomar las competencias en educación y así hacer comprender a los catalanes que España no es un país enemigo.
Para el secretario de Sociedad Civil Catalana, una de las consecuencias del proceso soberanista es que los catalanes se van a enfrentar entre sí: "No nos merecemos dónde nos están metiendo".
Después de la consulta, SCC intentará, según ha explicado Bosch, convencer a aquellos catalanes que "de forma sentimental han dejado de ser españoles" de que realmente lo siguen siendo.
Según ha indicado, la asociación quiere se escuche "una voz que hasta la fecha no se escuchaba" --aquella que apuesta por una Catalunya dentro de España-- pese a que la mayoría de los catalanes no son independentistas, ha considerado.
"Queremos dar voz a los catalanes y movilizarlos" con el fin de volver a la cordura, y para ello era necesario transmitir un mensaje en catalán y desde el catalanismo, desde la racionalidad y la historia, con el que se identifiquen quienes están orgullosos de pertenecer a la nación cultural catalana pero se sienten dentro de la nación política española, ha manifestado.
Para promover ese sentimiento, ha incidido en la importancia de que se muestre cierta estima a Catalunya desde el resto de España y que se dé "el máximo reconocimiento" a la lengua catalana por la importancia que tiene para quienes la hablan.
QUE FELIPE VI HAGA "GESTOS EMOTIVOS"
Por otro lado, el presidente de SCC ha propuesto que se reforme la Constitución sobre la base de "un gran acuerdo entre todos los partidos" porque es necesaria una segunda Transición.
Asimismo, ha descrito al futuro Rey como "la gran esperanza de todos los españoles", expresando su deseo de que con buen hacer pueda solventar el problema de Catalunya y sugiriendo que haga una serie de gestos emotivos hacia esta región, como pronunciar en catalán parte de su discurso de proclamación.
Otros actores que pueden ayudar a alcanzar una solución son, a su entender, los intelectuales catalanes de izquierda, que "mayoritariamente no son independentistas" pero ahora están callados, ha dicho.
Susana Beltrán, vicepresidenta de la asociación, que considera que la derecha está acomplejada y la izquierda política no reacciona, ha dicho que este "no es un tema de ideologías" y que lo que deben hacer los catalanes es reivindicar sus derechos como ciudadanos.
