BARCELONA, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un total de 10.539 ancianos están conectados al servicio de telasistencia municipal de Barcelona, según cifras facilitadas por el Ayuntamiento de la capital catalana. Este servicio de 24 horas está dirigido a personas de salud frágil, especialmente mayores, que por su situación de salud pueden necesitar una atención de emergencia.
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, que hoy visitó las nuevas instalaciones del servicio de teleasistencia, se comprometió a que el servicio llegue a atender a 27.500 ancianos y discapacitados que viven en la ciudad a finales de 2007, lo que supondría duplicar la cifra actual.
Actualmente, Barcelona dispone de 9.225 aparatos en activo, con los que llega a 10.539 personas. La expansión de este servicio se enmarca en el despliegue del Plan Municipal para la Inclusión Social (2005-2010).
Este impulso de la teleasistencia es fruto del convenio que el pasado mes de octubre firmaron el Ayuntamiento, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y la Federación Española de Municipios. El acuerdo establece que el 65% del total del coste de implantación del aparato lo sufraga el Estado y el resto el Ayuntamiento.
El servicio consiste en un dispositivo doméstico de alarma conectado por línea telefónica con el centro de control, lo que permite que ante una situación urgente, como una caída de un anciano, y sólo apretando un botón, el afectado se puede poner en contacto con el centro, que está preparado para darle una respuesta inmediata.
Además, desde la central también se realiza un seguimiento telefónico de los usuarios cada tres semanas y, de manera presencial, cada tres meses. También dispone de un servicio de agendas, que permite informar a los ancianos de fechas como visitas médicas o cumpleaños de familiares.
El perfil de la persona atendida es habitualmente una mujer de más de 75 años de edad, que vive sola. El 77% de los usuarios de este servicio --8.115-- son mujeres, mientras que el 23% --2.424-- son hombres.
El 61% de los usuarios --6.429-- viven solos, mientras que el 35% --3.689-- lo hacen con una persona y sólo el 4% --421-- vive con más de una persona, según las cifras facilitadas hoy por el Ayuntamiento de Barcelona.
EL 5% DE LAS PETICIONES DE AYUDA SON POR SOLEDAD.
El 43% de las alarmas que se activan tiene que ver con pruebas o equivocaciones, en el 50% de casos, el usuario comunica incidencias, como durante unos días no estará en el domicilio, y en el 7% restante, reclama ayuda.
El 49% de las peticiones de ayuda son por una emergencia sanitaria, el 17% por reclamar alguna atención de tipo social, el 29% para mantener una conversación o pedir información y el 5% procede de personas que sufren una crisis de soledad o de angustia.
La mayor parte de los 9.225 aparatos de teleasistencia actualmente en activo están situados en hogares del Eixample y Sant Martí, algo lógico si se tiene en cuenta que en estas zonas, especialmente en el Eixample, el nivel de edad de la población es especialmente avanzado.
En el caso de este distrito hay 1.668 aparatos de teleasistencia en activo, mientras que en Sant Martí, el número de instalaciones es de 1.348. Le siguen los distritos de Nou Barris, con 1.108 aparatos implantados, Ciutat Vella, con 931, y Sants-Montjuïc, con 877.
Actualmente, el Ayuntamiento gestiona una media de 45 solicitudes diarias para instalar este servicio en los domicilios y activa 200 aparatos a la semana, lo que da servicio a 230 personas que lo necesitan.
Una vez solicitado el servicio, se tarda 48 horas en activar el aparato, para aquellos casos urgentes, y siete días, si se trata de una tramitación normal. Las solictudes se pueden hacer a través de los servicios sociales o de los ambulatorios.
DE CUATRO A SEIS EUROS AL MES.
El servicio es gratuito por las personas con ingresos econonómicos inferiores al IPREM, que se establece en 7.572,60 euros anuales, mientras que para las personas que superan este límite el precio es de 4 ó 6 euros mensuales, dependiendo del nivel económico.
Este servicio lo pueden solicitar las personas mayores de 75 años que viven en la ciudad de Barcelona, los barceloneses con discapacidad y que necesitan la ayuda de una tercera persona y mayores de 65 años con problemas de salud o dependencia.
