El Zoo de Barcelona invierte un millón de euros al año a alimentar a sus animales

Chimpancé en el Zoo de Barcelona
ZOO DE BARCELONA
Actualizado: miércoles, 22 agosto 2018 11:27

BARCELONA, 22 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Zoo de Barcelona invierte un millón de euros al año a alimentar a los animales del parque, siendo el elefante el ejemplar del zoológico que más come, a razón de 100 kilos diarios, ha explicado su director, el biólogo Sito Alarcón, a Europa Press.

En una compleja organización que cada mañana inician desde el Departamento de Logística del parque, los animales empiezan a recibir la ración de comida que les corresponde, a petición de la demanda de cuidadores, conservadores y veterinarios.

Fruta, verdura, carne, pescado, pienso y alfalfa se convierten en los alimentos más comunes para nutrir a los animales del zoológico que, igual que los humanos, "rechazan aquellos que sospechan que están en mal estado", ha explicado el jefe de Logística, Òscar Pérez.

Para alimentar a los animales, cada mañana se acercan al departamento los cuidadores de cada familia de ejemplares para llevarse sus raciones que, en el caso de los elefantes, están formadas por fruta, pienso y alfalfa.

De pienso, cuentan con 15 ó 20 tipos, en función del animal, y es que los canguros, los elefantes, los conejos, las ratas y las avestruces cuentan con piensos específicos, y el maíz y el trigo son los reyes de los cereales consumidos en el Zoo.

BISTECS DE POTRO

Para potenciar su circulación sanguínea, las jirafas se ven obligadas a ingerir cebollas, piensos y complejos vitamínicos específicos, mientras que leopardos, tigres y leones comen bistecs que llegan a la carnicería del Zoo con piezas casi enteras de animales como el caballo.

Decenas de kilos de caracoles congelados aguardan a ser sacados de un gran congelador, donde se encuentra el área de pescado, a la espera de ser arrojados a las tortugas, que consumen estos invertebrados como un manjar.

LA HORA DE LOS PREMIOS

Para activar los sentidos de los animales y aumentar su sensación de bienestar, los cuidadores también utilizan la comida para despertar sus instintos.

Así, de vez en cuando untan los árboles de miel para que los osos pardos del parque puedan lamer el tronco en una suerte de juego que sigue para otros casos con la colocación de esencia de menta.

El té y las especias también despiertan la atención de otros animales como los leopardos retocen por cojines repletos de esta aroma en una acción que sirve "para romper rutinas", como explica el dinamizador Quim Fargas.

Entre los juegos para los animales de agua, figuran grandes cubículos de hielo en los que colocan mejillones y otros bichos del mar para incentivar el deseo.

Leer más acerca de: