MELILLA, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Guardia Civil ha imputado por contrabando a dos personas en Melilla a las que ha intervenido en la frontera con cerca 3.000 teléfonos móviles de los denominados 'smartphones' ocultos bajo mantas en su vehículo, valorados en 260.000 euros, cuando se introducía en Marruecos.
Según ha informado a Europa Press un portavoz de la Comandancia, el servicio se ha llevado en el control fronterizo de Farhana, en el momento en que los agentes inspeccionaba un vehículo todo terreno, marca Montero, de matrícula nacional, con los cristales "tintados de oscuro", que impedía ver a simple vista su interior, y conducido por su propietario, que en esos momentos pretendía pasar a Marruecos por el citado control.
En el reconocimiento del mismo, después de manifestar el propietario del vehículo "que no tenía nada que declarar", los guardias civiles, en cambio, localizaron de forma oculta, bajo varias mantas, una carga de grandes dimensiones que ocupaba toda la parte trasera del mismo, así como "varias bolsas de viaje", bajo el asiento del ocupante.
Una vez abiertas en presencia del conductor, resultaron contener un total de 2.828 teléfonos móviles de los denominados 'smartphones', de una primera marca comercial; era mercancía nueva de reciente adquisición, "sin dar explicación satisfactoria acerca del hallazgo ni de la identificación de la persona propiedad de los mismos".
El portavoz policial ha indicado que el objeto de la mercancía intervenida, "de lícito comercio", era introducirla en Marruecos sin declarar, eludiendo el preceptivo control fiscal y aduanero por los Servicios de la Aduana Española.
Durante la jornada de este lunes y previa valoración de los hechos y del valor de la mercancía intervenida por los Servicios de Aduanas, la Guardia Civil ha dispuesto la intervención de los teléfonos móviles y realizar diligencias judiciales, al ser el valor del género de unos 260.000 euros, y tratarse por lo tanto, en función de la cuantía y circunstancias habidas, de un supuesto delito de contrabando.
Las dos personas a las que se les atribuye el delito, el conductor del vehículo y el legítimo propietario de la mercancía, dos varones de nacionalidad española y con residencia en la ciudad, pasarán a disposición judicial en calidad de imputados como supuestos autores de un delito de contrabando.
