Actualizado 09/07/2008 17:43

Un inmigrante expulsado del CETI de Ceuta denuncia por agresión a sus vigilantes de seguridad

CEUTA, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un inmigrante liberiano de 33 años de edad cuya identidad responde a las iniciales J.T. ha presentado una denuncia ante la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Ceuta contra los vigilantes de seguridad del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) local por sacarle de las instalaciones y "golpearle con las defensas en la cabeza y el brazo izquierdo", según señala en el texto de su denuncia, al que Europa Press tuvo acceso.

El inmigrante, que llegó a Ceuta a nado desde Marruecos de forma irregular el pasado 15 de diciembre, explicó, tal como señala en su denuncia, que el pasado 29 de junio se produjo "un malentendido" con una de las trabajadoras del CETI durante el desayuno.

Según su relato de los hechos, tras una discusión con ella se sentó con sus compañeros "y empezamos a hablar y a reírnos de otra cosa, pero ella pensó que nos estábamos burlando de ella, por lo que llamó a los vigilantes de seguridad". "Los vigilantes", asegura el inmigrante, "me sacaron del comedor y me llevaron al exterior de las instalaciones, donde me golpearon con sus defensas (porras) en la cabeza y el brazo izquierdo antes de quitarme mi carné identificativo del centro".

En su denuncia, J.T. adjunta un parte médico facultativo en el que se le diagnostica "contusión en región frontal izquierda y tercio medio miembro superior izquierdo de pronóstico leve salvo complicación". El liberiano fue expulsado ese mismo día del centro, decisión que fue ratificada el jueves de la semana pasada con una resolución que da por finalizada la estancia de J.T. en el CETI por quebrantar varios artículos del Estatuto Básico de los Centros de Acogida a Refugiados relativos al mantenimiento de la convivencia en el centro.

Fuentes cercanas a la Delegación del Gobierno en Ceuta negaron rotundamente que se produjese ningún maltrato hacia el subsahariano y aseguraron que uno de los vigilantes de seguridad que participaron en el suceso también ha denunciado al inmigrante por agredirle. Su expulsión del centro, un hecho que no se producía desde hace aproximadamente un año, fue justificada por los responsables del CETI recordando que en las instalaciones existen unas normas "de obligado cumplimiento para todos los residentes" y alegando que la "medida coercitiva" de la expulsión es la única a su alcance.

J.T. pasó por Ceuta a finales de los años noventa. Después recibió un permiso de residencia que, según su versión, le caducó sin que se apercibiese de ello hasta que, durante un viaje a Marruecos, las autoridades no le permitieron volver a entrar en el país. Fuentes oficiales aseguraron que el inmigrante acumuló antecedentes penales por delitos contra la Salud Pública, por lo que no le fue renovado su permiso. El liberiano no ha solicitado ni asilo político ni refugio y permanece viviendo en la calle desde el 29 de junio.