MELILLA, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Autoridad Portuaria de Melilla, Miguel Marín (PP), ha destacado este miércoles en rueda de prensa que desde la instalación de las vallas en la zona portuaria, dotadas de concertinas (cuchillas cortantes en la parte más alta de las alambradas), se ha reducido a la mitad las intrusiones de aspirantes a polizones, desde las 2.444 de diciembre de 2018 a las 1.190 de enero de 2019.
Para Marín, el hecho de que la instalación de concertinas en dichos muelles haya rebajado en más del 50% los intentos de intrusión, cuando aún sólo se ha procedido a blindar "un pequeña parte" del vallado, prueba "la efectividad" de las mismas y permite afirmar que "a día de hoy, son un elemento disuasorio imprescindible en el Puerto de Melilla", donde operan barcos de pasajeros y mercancías con conexiones diarias con Málaga, Almería y Motril (Granada).
La nueva obra, que se espera acabe en marzo con un coste de 84.604 euros, está reforzando y ampliando las vallas ya existentes, hasta crear 200 metros de doble vallado blindado con concertinas a una altura de 4 metros y 15 metros más de vallado lineal de 3 metros, igualmente blindado con concertinas en su terminación.
La obra del espaldón, según ha señalado Miguel Marín, ha permitido reducir a cero los intentos de intrusión por dicho sector del Puerto. Sin embargo, la presión, tal cual se preveía, se ha ido desplazando a los Muelles Ribera I y Ribera II que, prácticamente, circundan la Estación Marítima y que, paulatinamente, han ido registrando más incidencias hasta alcanzar la cifra de 2.444 intentos en diciembre pasado.
En opinión de Miguel Marín, el hecho de que las intrusiones por las zonas del paseo del espaldón hayan remitido por completo cuando, sólo en enero de 2108, antes de instalar las concertinas, llegaran a alcanzar las 3.122, es una prueba irrefutable de la validez de una medida que, subrayó, es "estática, pasiva y disuasoria" y totalmente inocua para quienes no intentan infringir la normativa vigente.
DEFENSA DE LAS CONCERTINAS
Además, defendió Marín que el uso de las concertinas está amparado por la legislación. De ahí que "la Autoridad Portuaria haya optado por colocarlas, para proteger unas instalaciones estratégicas como las del Puerto e impedir las intrusiones de extranjeros que sólo acuden a Melilla con el propósito de acceder ilegalmente a los barcos. Evitando esas intrusiones -apostilló- lograremos también que haya menos extranjeros ilegales deambulando por la ciudad con ese objetivo".
Según el presidente de la Autoridad Portuaria, con el puerto blindado, a los potenciales polizones solo les restará intentar llegar a nado u ocultos en los vehículos que acceden a las zonas restringidas y de embarque. Vías que catalogó de difíciles por los sistemas de seguridad existentes y las medidas de refuerzo que también se están implementando para aumentar dichos controles.
Miguel Marín ha querido agradecer en este contexto el "encomiable servicio que la Policía Nacional, la Guardia Civil y la Policía Portuaria realizan en el Puerto en el ejercicio de sus funciones" al tiempo que realizó un llamamiento a la Delegación del Gobierno para que refuerce el número de efectivos de los Cuerpos de Seguridad del Estado destinados al Puerto de nuestra ciudad. En tal sentido, apeló "al sentido común de quienes no hace mucho pedían 300 efectivos más de Policía y otros 300 de Guardia Civil para Melilla, para que mantengan esas peticiones que antes hacían y para que se destinen también más policías y más guardias civiles al Puerto de Melilla".
