Arancha Sánchez Vicario y su marido defienden la armonía que les mantiene juntos

Arancha Sánchez Vicario, Pep Santacana y su hija
MART' E. BERENGUER/EP
Actualizado: miércoles, 29 diciembre 2010 19:44

MADRID, 29 Dic. (OTR PRESS-Paula Herráez) -

Hace cinco años que están juntos y sólo el tiempo ha logrado convencer de que son una pareja fuerte y enamorada. Antes de que se casaran en el castillo de Perelada el doce de septiembre de 2008, la familia de Arantxa Sánchez Vicario no veía con buenos ojos su relación con el empresario catalán Josep Santacana. Pese a todo, decidieron unirse en matrimonio y desde hace dos años son padres de una niña que responde al mismo nombre de su madre.

Junto a sus orgullos padres, Arantxa, de dos añitos, felicita las fiestas a los seguidores de la revista 'Lecturas' con un amplio reportaje con fotografías que muestra que son una familia feliz.

Se conocieron por amigos comunes, y desde su segunda cita no se han podido separar. La ex campeona Arantxa Sánchez Vicario y el empresario Pep Santancana han tenido que luchar no sólo para mantener su relación a flote, sino también para defender su amor ante la familia de ella.

Pep cuenta a 'Lecturas' que las informaciones que durante tanto tiempo intentaron separarlos salían de la familia de Arantxa, quien asiente añadiendo que "a pesar de todo lo que dijeron" nunca dudó del que ahora es su segundo marido y padre de su hija.

El duro comienzo que ha vivido esta pareja les ha servido para fortalecer su unión y ahora incluso hablan de volver a casarse, esta vez por la Iglesia, y darle un hermano a Aratxa. "Yo lo he encargado a los Reyes", bromea Pep en la entrevista a la revista.

La pequeña Arantxa, que posa con sus padres en gran parte de las imágenes que ofrece 'Lecturas', se muestra muy alegre. La familia reconoce que le gusta pasar las Navidades los tres solos. "Experimentamos una vuelta a la infancia", confiesa su madre ilusionada.

Para despedir el año, la familia Santacana Sánchez se desplazará a la playa. La niña ya ha dado la vuelta al mundo: el año pasado pasaron el 31 de diciembre en un frío Nueva York, "este año toca calor", afirma Arantxa.