LOS ANGELES, 20 Dic. (EUROPA PRESS) -
Hace unos días saltaba la noticia de que un acosador estaba poniendo en peligro la seguridad de Lindsay Lohan. Tras hacer una serie de investigaciones se señalaron algunos sospechosos, pero no pudieron ser confirmados, por lo que el misterio sigue patente. Por si acaso, la joven ha sido trasladada a otro edificio con mayor seguridad por lo que pudiera ocurrir.
La estancia de Lindsay Lohan en la clínica de rehabilitación Betty Ford no está siendo precisamente tranquila. Una serie de llamadas y mensajes de texto amenazantes contra la joven activaron las alarmas y preocuparon a los encargados del centro, que han optado por trasladar a la actriz a otro edificio con mayor seguridad.
En un principio, las investigaciones señalaron a Sam Lutfi, antiguo manager de Britney Spears, como autor de las amenazas, pero este dato ha sido desmentido por 'Radar Online'. Aunque es cierto que Lutfi se puso en contacto con Lindsay para aconsejarle que se alejara de su madre Dina, no ha tenido lugar ningún tipo de acoso.
Lutfi fue señalado en un principio dado su largo historial de acoso y encontronazos con 'celebrities', que le han ocasionado órdenes de alejamiento en alguna que otra ocasión. Pero parece que esta vez sólo se trataba de un contacto inocente con la protagonista de 'Chicas Malas'.
Así lo ha asegurado el padre de la artista, Michael Lohan, que ha admitido el contacto entre Lutfi y su hija, pero no lo ha encontrado peligroso. "Cuando oí que Sam había enviado mensajes de texto a Lindsay le dije que parara inmediatamente. Sí, se ha estado comunicando con ella, pero no acosándola", ha declarado.
Por ello, Michael Lohan no sólo ha querido librarle de culpa, sino que ha dado pistas sobre los verdaderos culpables del traslado de Lindsay: "Han sido otros dos individuos los que han provocado su traslado por cuestiones de seguridad. El acoso lo hizo alguien del lugar donde ella vive".
