Magdalena de Suecia y Catalina de Cambridge, ¿copia o inspiración?

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Actualizado: jueves, 1 noviembre 2012 19:11


MADRID, 1 Nov. (EUROPA PRESS) -

Quién diría que una imagen daría tanto que hablar. Si el anuncio del compromiso entre el Príncipe Guillermo y Catalina era la estampa más romántica de la monarquía europea, ahora les han salido competidores: Magdalena de Suecia y su prometido Chris O'Neil.

Resulta que los británicos se han puesto a comparar, y han encontrado un evidente parecido entre la imagen que anunció el compromiso de los Duques de Cambridge y la de la Princesa Magdalena de suecia y su futuro marido.

Esta comparativa la ha propuesto el diario británico 'Daily Mail', que ha criticado no la intención de los futuros novios, sino la labor del fotógrafo que captó esta imagen y que será recordada durante la posteridad.

El retratista en cuestión ha sido el fotógrafo francés Patrick Demarchelier, que intenta competir con claridad a la originalidad y pericia de Mario Testino, fotógrafo preferido de la Princesa Diana, y quien consiguió captar una romántica imagen de los Duques de Cambridge.

El caso es que lo único que diferencia a las dos imágenes es que la de Magdalena de Suecia y Chris O'Neil es en blanco y negro y la de los Príncipes Guillermo y Catalina está en color, pero tanto los gestos como la postura de los protagonistas se parecen demasiado, tanto como para que algunos ya hayan exclamado si Patrick Demarchelier se ha fijado en el retrato de Mario Testino.

Tanto Magdalena como Catalina posan las manos que llevan sus alianzas en el pecho de sus prometidos, para mostrar su llamativo anillo de pedida. Ambas sonrientes y refugiadas en los brazos de sus futuros maridos, no habría forma de argumentar que estas imágenes tienen un parecido razonable.

Por esa posibilidad de que el fotógrafo francés se haya podido inspirar en el peruano y porque los británicos quieren defender su originalidad y patriotismo, este medio ha dedicado este artículo para dedicar un claro gesto a la Familia Real Británica, demostrando así que no hay más monárquicos que los británicos.