MADRID, 1 Sep. (CHANCE) -
Rafael Amargo está en el punto de mira. El bailarín y coreógrafo ha hablado sin ningún tipo de pudor sobre su orientación sexual en una de sus últimas entrevistas y parece que sus palabras no han gustado mucho.
En ella, Rafael Amargo ha asegurado ser "bisexual, creyente y hetero. Ni maricón, ni gay". Tal ha sido la repercusión de sus palabras que muchos usuarios se han posicionado en contra del bailarín, tildando de desafortunadas estas palabras.
Por su parte, el propio Rafael ha querido explicar sus declaraciones en una conversación telefónica con el programa Socialité: "Me considero un tío vicioso, que me gusta lo que me gusta en cada momento. Soy bisexual, creyente, pues sí. Soy bisexual porque sí, he tenido historias con tíos, pues soy bisexual y si he vuelto a repetir es porque me gusta ¿no? Pues entonces soy bisexual, vale. Creyente, pues sí, porque creo en Dios, en la Iglesia y en mis creencias de hacer las cosas bien en la vida".
También, el bailarín ha querido aclarar el por qué no se considera "ni maricón, ni gay" y es que para él esa palabra es completamente despectiva y no siente que haya que atacarle por el hecho de gustarle los hombres y las mujeres: "No soy ni maricón ni gay. A mí no me gusta que se llame a nadie maricón porque es una palabra despectiva y creo que un maricón es un terrorista, un pederasta, un hijo de p***, un ladrón, alguien que lo haga algo mal".
A estas palabras, el bailarín ha querido añadir: "Gay tampoco me puedo considerar porque me considero un tío vicioso y que me gusta lo que me gustan en cada momento, y que me gustan también las tías, entonces, soy un tío bisexual, ni gay ni maricón". A juzgar por lo comentarios recibidos en Twitter, hay quien cree que estas palabras hacen un flaco favor al colectivo LGTB.
