LONDRES, 25 May. (EUROPA PRESS) -
El cantante de Boyzone está pagando cara su infidelidad. Yvonne, su mujer, le ha echado de casa por su relación extramatrimonial con la bailarina Francine Cornell, y de momento no piensa perdonarle. Aún así, Ronan Keating espera que finalmente el divorcio no sea irreversible, ya que para él la infidelidad fue "un error" que espera enmendar cuanto antes.
Ronan Keating lamenta profundamente haber sido infiel a su esposa con una bailarina, pero eso no le está librando de enfrentarse a las consecuencias de lo ocurrido. La pareja ya tiene previsto su divorcio y el cantante ha visto cómo su mujer le obligaba a abandonar el hogar familiar.
Ronan se encontraba ofreciendo una serie de conciertos en solitario en Suiza, y cuando regresó a la casa donde la familia reside en Dublín se encontró las maletas en la puerta y con su mujer poniéndole de patitas en la calle.
Ahora, el cantante de Boyzone espera que su mujer recapacite y pueda perdonarle, o al menos permitirle arreglar lo sucedido. "Ronan está desesperado por enmendar su error", afirman fuentes cercanas al artista consultadas por el diario 'Daily Mirror'.
Pese a que la semana pasada Ronan y su mujer, Yvonne, anunciaron el fin de su matrimonio, el cantante aún tiene esperanza de sacar adelante la relación. Su infidelidad con la bailarina Francine Cornell "no fue nada", según él mismo explicó a sus amigos, "sólo una aventura, un error", y eso mismo quiere hacerle ver a su esposa.
En el entorno del artista confían en que finalmente Yvonne se apiadará de él, aunque eso no significa que vayan a volver a la normalidad así como así. Llevará tiempo y mucho esfuerzo por parte de Ronan, pero volverán.
Según aseguran fuentes del diario 'The Sun', "llevará unos seis meses pero lo conseguirán. Yvonne no tolerará ninguna tontería más y él tendrá que ganarse de nuevo su confianza. Ella pondrá las condiciones y le pedirá que rebaje su frenética actividad profesional y dedique más tiempo a su familia".
