MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
Pocas veces hemos visto dos marcas tan conocidas enfrentarse en un juicio por la supremacía de una de ellas sobre otra. Pero es así, y por lo que parece, ninguna está dispuesta a ceder.
En 2009, la firma italiana Gucci llevó a la estadounidense Guess a los tribunales porque, según argumenta el abogado de la firma, Louis Erderer, la otra habia plagiado las rayas verdes y rojas tan características de la firma y el patrón de entrelazado de la letra 'G'. Y reclama que la demandada ha vendido los productos por un valor de 166 millones de euros a consta de copiarse de ellos.
"Se trata de un complejo y masivo entramado para hacerse con los diseños más emblemáticos de Gucci", decía Louis Erderer, abogado de la firma, que además ha acusado al grupo Marc Fisher, que fabrica las zapatillas de Guess.
"No hay ningún intento de copia o de engaño", asegura Darren Saunders, encargado de representar a Marc Fisher en el juicio.
Respecto a las acusaciones de Gucci, el representante de Guess también se ha pronunciado: "Guess no tiene razón para querer parecerse a Gucci, y no tiene ningún entramado para hacerlo", dijo el abogado de la firma, Daniel Petrocelli.
Petrocelli además argumenta que a pesar de que en algún caso pudiesen parecerse, el consumidor sabe distinguir si es o no es Gucci. Dice que venden productos con precio inferior a 100 dólares, dirigidos a mujeres jóvenes que no puede permitirse comprar en las tiendas de Gucci, donde los productos cuestan miles de dólares.
Se espera que el juicio, que se está celebrando en Nueva York, se alarge por lo menos dos semanas más.
