MADRID, 26 Ene. (CHANCE) -
Como en todas las alfombras rojas, la 66 edición anual de los Premios del Sindicato de Directores de Estados Unidos nos ha dejado numerosos estilismos, aunque en esta ocasión el color que predomina ha sido el negro.
En la gala en la que el cineasta mexicano Alfonso Cuarón ganó el máximo galardón por la película "Gravity", acudieron como presentadoras la actriz Sandra Bullock que lució un elegantísimo vestido negro hasta los pies. El vestido, muy favorecedor era en palabra de honor y con toques brillantes en el tejido.
Otras de las asistentes fueron Shonda Rhimes y Betsy Beers, que posaron muy contentas con sus premios. Ambas eligieron el color negro como el predominante en sus estilismos. La primera optó con un look total en negro y pequeños matices de brillo, mientras que la segunda realzó su estilismo combinando una falda negra, con una blusa en blanco.
La actriz estadounidense Kerry Washington, optó por un vestido de pequeñas flores en blanco y negro. El vestido que no le favorecía en absoluto, ya que resaltaba mucho más su embarazo. Al contrario que en los Globos de Oro, el estilismo elegido en esta ocasión no ha sido un acierto.
Tampoco acertó Sarah Paulson con su vestido en blanco y negro. Con palabra de honor y corte debajo del pecho, no ha sido la opción más adecuada para este evento. Lo combinó con unas sandalias también en negro y pelo suelto.
Otra de las presentadoras Debbie Allen también eligió el negro y el blanco como colores fetiches para la noche de los premios del Sindicato de Directores, pero no acertó. Con falda suelta en negro y americana cerrada en blanco apareció Allen en la alfombra.
El toque de color lo puso la actriz Anna Kendrick que optó por un vestido en palabra de honor azul celeste. Un look muy favorecedor que supo combinar con el pelo recogido.
Y el toque de elegacia lo dio Helen Mirren, con un precioso vestido azul oscuro, de encaje hasta los pies. La decisión más acertada de toda la noche.
Como habéis visto la noche de los Premios del Sindicato de Directores de Estados Unidos no brilló precisamente por la elegancia ya que la mayoría de sus asistentes no estuvieron muy acertadas en la elección de su vestuario.
