MADRID, 21 Ene. (CHANCE) -
El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 1 de Castilla y León comunicaba ayer que, después de denegarle el tercer grado hasta en tres ocasiones, Iñaki Urdangarín había obtenido por fin el paso de grado penitenciario, logrando la semilibertad y viendo cada vez más cerca su salida de prisión. Una noticia que pilló al marido de la Infanta Cristina en el Centro Don Orione, donde realiza su labor de voluntariado y en cuya salida el exduque de Palma quiso agradecer, sonriente, esta medida por la que han luchado en los últimos meses sin descanso.
Un tercer grado penitenciario que le permitirá tener todos los fines de semana libres y por el que sólo tendrá que acudir al Centro de Insersción Social Melchor Rodríguez García para pernoctar, pudiendo disfrutar de varias horas de absoluta libertad al día, una vez concluya su trabajo en el Centro Don Orione.
Un cambio radical en la vida de Urdangarín, que hasta hace una semana estaba en régimen de aislamiento en la prisión de Brieva y sólo salía de la cárcel para asistir tres días por semana a su labor de voluntariado. Ahora, sin embargo, el yerno del Rey Juan Carlos vive en el CIS de Alcalá de Henares, ha empezado a relacionarse con otros presos condenados por delitos económicos y asiste diariamente al Centro Don Orione.
Precisamente hasta allí le hemos visto llegar esta mañana muy animoso e inmerso completamente en la rutina de su tercer grado penitenciario al marido de la Infanta Cristina. Sin poder ocultar su alegría, pero fiel a su discreción y sin querer hacer declaraciones a la prensa, Urdangarín asiste por primera vez un jueves a su labor de voluntariado, cumpliendo así con un trabajo de lunes a viernes que ha tenido un gran peso en la obtención del régimen de semilibertad del que ahora disfruta.
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