MADRID, 23 Abr. (CHANCE) -
Los Duques de Cambridge aprendiendo para ser los nuevos David Guetta y Avicii de la realeza y es que no paran de sorprendernos a la hora de hacer cosas durante su estancia en Australia. Si ayer acudían al Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta 31 años después de que lo hiciesen Carlos y Diana de Gales para hacerse la mítica fotografía con el conocido como Uluru o Ayers Rock, en esta ocasión han visitado la ciudad de Adelaida.
En esta antigua colonia británica, tanto Kate Middleton como el príncipe Guillermo visitaron el suburbio de Elizabeth en dicha localidad y acudieron a un centro de jóvenes donde tuvieron su primer acercamiento con los pinchadiscos y las mesas de mezclas. Bajo la mirada del DJ Shane Peterer, los tímidos Duques de Cambridge se lanzaron a intentar mover los platos y convertirse en todo unos pinchadiscos.
Aunque con bastante vergüenza, pues no habían hecho labores de Disc Jockey en su vida cotidiana, tanto el príncipe Guillermo como Kate Middleton no pararon de reírse y de disfrutar de este acercamiento con la profesión de moda. Y es que tuvieron un día de lo más juvenil, donde incluso el propio príncipe fue partícipe de un graffiti, además de que asistieron a una exhibición de bicicletas BMX.
Poco después los Duques de Cambridge recibían un presente por parte de algunas autoridades de la zona para el pequeño George que no se encontraba con ellos en esta visita.
Un monopatín con el nombre del primer hijo de Kate Middleton y Guillermo, que cuando crezca podrá usar si quiere o tenerlo como un buen recuerdo del primer viaje oficial que ha realizado nada más y nada menos que a las antípodas. Destacar el vestido rosa palo de Kate Middleton de la firma de Alexander McQueen, la cual iba de lo más sencilla con la melena casi al viento, mientras que el príncipe Guillermo optó por un traje sencillo combinado con camisa blanca y corbata color granate.
